Frente al auge de las soluciones cripto, Western Union emprende una transformación importante. La empresa pilota el uso de stablecoins para sus pagos transfronterizos. Presente en más de 200 países, busca modernizar sus flujos financieros para 150 millones de clientes. Este giro, lejos de ser simbólico, revela una voluntad clara de adaptarse a una nueva era donde velocidad, reducción de costos e infraestructuras descentralizadas redefinen los estándares de las transferencias internacionales.