La ciberseguridad mundial enfrenta un desafío sin precedentes: las organizaciones deben simultáneamente cumplir con NIS2, preparar la migración post-cuántica (plazos NIST 2030-2035) e implementar un cero-confianza realmente operativo. Esta convergencia de restricciones crea una ventana de oportunidad única para soluciones que resuelven varios problemas a la vez.