El apetito de las grandes instituciones por el Bitcoin sigue intacto, pero a menudo se manifiesta donde menos se espera. En 2025, el fondo soberano noruego, actor principal en la gestión de activos públicos, ha casi triplicado su exposición indirecta a la primera criptomoneda. No se prevé ninguna compra directa de BTC, pero una estrategia bien pensada le permite anclarse sólidamente en el ecosistema cripto.