Mientras Trump entierra el dólar digital, Pekín instala el suyo en todos los continentes. Un clic, un yuan, y las finanzas tiembla. Estados Unidos observa… con los dientes apretados.
Mientras Trump entierra el dólar digital, Pekín instala el suyo en todos los continentes. Un clic, un yuan, y las finanzas tiembla. Estados Unidos observa… con los dientes apretados.
Al mantener por cuarta vez consecutiva sus tasas de interés, la Fed no solo ha prolongado una política monetaria. Ha tomado una posición en un paisaje económico y político bajo tensión. Inflación persistente, crecimiento debilitado, presión política apenas encubierta... El statu quo decidido este 18 de junio se asemeja a una declaración de intención. Detrás del silencio de los números, se perfila una estrategia de resistencia, mientras la banca central se encuentra en el centro de un juego de equilibrios cada vez más inestable.
A pesar de algunas tomas de beneficios, la presión alcista sigue siendo fuerte. Un nuevo máximo espera al bitcoin.
Mientras los ataques israelíes apuntan a los sitios sensibles iraníes y Teherán responde con misiles sobre Tel Aviv, la escalada militar redefine los equilibrios en Oriente Medio. Sin embargo, hay una ausencia estratégica intrigante: la de los BRICS. Nuevo integrante del bloque, Irán contaba con un respaldo sólido frente a su enemigo jurado. Sin embargo, ni Moscú, ni Pequín, ni Nueva Delhi se comprometen. Este silencio expone los límites de una alianza que Teherán veía como un contrapeso a la hegemonía occidental.
Por primera vez, la idea de un control de Francia por el FMI atraviesa las puertas de Bercy. Durante mucho tiempo reservada a los países en crisis, esta perspectiva, ahora asumida en la cúspide del Estado, revela la magnitud de la desviación presupuestaria. Una deuda abismal, cargas de intereses en fuerte aumento, y la presión de las agencias de calificación forman un cóctel explosivo. La señal es clara: la soberanía económica francesa tambalea, y las instituciones internacionales ahora observan a París con la misma severidad que las economías en dificultades.
En medio del tumulto de las reconfiguraciones comerciales globales, Pekín avanza sus fichas. China anuncia la eliminación total de los aranceles sobre las exportaciones provenientes de 53 países africanos, ampliando el acceso preferencial a su mercado. Detrás del gesto, una ofensiva diplomática dirigida, mientras Washington, bajo el liderazgo de Donald Trump, reactiva las palancas proteccionistas frente al continente. África, durante mucho tiempo periférica en los arbitrajes geoeconómicos, se convierte en el epicentro de un enfrentamiento de influencias donde se cruzan ambiciones industriales, alianzas estratégicas y relatos de soberanía.
Bukele se ofrece bitcoins como se ofrecen croissants, desafiando al FMI con desenfado y jugando al escondite contable mientras promete maravillas a los salvadoreños dubitativos.
Un cambio discreto, pero masivo, redefine los equilibrios monetarios mundiales. De hecho, más de 90 países, impulsados por los BRICS, abandonan el dólar en sus intercambios internacionales. En su lugar, el yuan, el rublo o la rupia se imponen progresivamente. Este reajuste estratégico, lejos de ser un simple ajuste técnico, cuestiona el orden financiero construido alrededor de Estados Unidos desde la posguerra. Una voluntad asumida de soberanía económica y una contestación directa de la hegemonía americana sobre los flujos mundiales son la base de este movimiento.
Mientras Saylor aglutina multitudes, un forastero japonés compra 10,000 bitcoins... a base de bonos sin interés. Metaplanet, o cómo seducir a Tokio con promesas cifradas.
El mercado de criptomonedas atrae 1,9 mil millones de dólares en una semana. ¿Deberíamos aprovechar la ola o tener cuidado? Descubre las cifras clave en este artículo!
El 13 de junio de 2025 marca un punto de inflexión en el conflicto Irán-Israel. Los ataques masivos israelíes han apuntado al corazón del dispositivo militar iraní. Irán respondió esa misma noche con 300 misiles balísticos, cruzando un nuevo umbral en esta larga guerra.
Schiff se entusiasma, el oro brilla, el bitcoin tambalea. ¿Y si detrás de los tuits rabiosos se ocultara un adiós discreto a la utopía digital?
Las ofensivas israelíes contra Irán están trastocando los cálculos de la Reserva Federal estadounidense (Fed). Mientras Donald Trump intensifica las presiones para lograr un alivio monetario, los banqueros centrales ahora deben lidiar con un nuevo factor de incertidumbre: la escalada geopolítica que inflama los precios del petróleo.
En un momento en que la desconfianza financiera se difunde con un clic, un video de TikTok publicado a finales de mayo ha reavivado los temores sobre un control estatal reforzado. Afirma que a partir de octubre de 2025, todas las transferencias de más de 800 euros entre particulares serían bloqueadas durante 24 horas para verificación fiscal. En pocos días, el rumor ha sembrado la inquietud entre miles de franceses. ¿Qué dice realmente la normativa? ¿Y por qué este anuncio viral es totalmente infundado?
Donald Trump ha recaudado más de 600 millones de dólares en 2024, con una parte importante proveniente del universo de las criptomonedas. Esta cifra, extraída de un documento de divulgación financiera firmado el 13 de junio, confirma la estrategia del presidente en el ecosistema cripto. Entre los memecoins que llevan su nombre y las operaciones DeFi a gran escala, Trump ya no se limita a observar el mercado: se convierte en un actor central, con importantes apuestas financieras y políticas.
El mercado de crédito inmobiliario, que ha estado parado durante mucho tiempo, está comenzando a recuperarse claramente. En dos meses, la demanda de préstamos casi se ha duplicado, impulsada por una disminución de las tasas y una reapertura de los grifos bancarios. Después de dos años de bloqueo debido al aumento brutal del costo del dinero, se esperaba este cambio. Sin embargo, ¿es sostenible esta mejora o es simplemente un efecto de recuperación? Mientras abril marca un punto de inflexión, el sector se pregunta: ¿estamos ante el comienzo de un ciclo o ante una fase frágil?
Polkadot quiere intercambiar sus tokens por bitcoin en medio de una tormenta criptográfica. Una maniobra audaz que hace temblar a los puristas... y sonríe a los maximalistas al acecho.
La bolsa tiene sus humores, pero a veces, sobre todo, tiene sus miedos. Y este viernes, el miedo se impuso sobre todo lo demás. Un ataque israelí contra Irán fue suficiente para provocar un choque inmediato en los mercados mundiales, recordando a todos que los índices nunca están totalmente desconectados del ruido de las bombas. En Nueva York, el Dow Jones cayó más de 600 puntos desde la apertura. Un colapso brutal que no se debe a la casualidad, sino a la geopolítica. En esta ecuación inestable, la volatilidad ha vuelto a ser la norma, y la bolsa, una caja de resonancia del mundo real.
El 8 de junio de 2025, un petrolero bajo sanciones estadounidenses y europeas atracó discretamente en Japón, entregando crudo ruso a una refinería local. Este gesto, lejos de ser trivial, revela una fractura silenciosa en el consenso occidental sobre la energía. Mientras el G7 intenta desde hace dos años aislar a Moscú, Tokio prioriza su seguridad energética. Este episodio, a la vez simbólico y estratégico, podría redibujar en silencio las líneas de un orden energético mundial en reconfiguración.
Misiles en Oriente Medio, mercados en caída: mientras la economía se resfría, algunos hacen fortuna con los barriles... y otros prefieren huir en oro macizo. ¿Adivina quién mueve los hilos?
Venezuela y Argentina, adoptan las criptomonedas. Descubre cómo la inflación ha impulsado su adopción en América Latina.
Una avalancha de empresas está a punto de hacer del bitcoin su principal activo de tesorería y de impulsar el bitcoin hacia nuevos máximos rápidamente.
Nueva captura en la jungla cripto: la policía detiene a un sospechoso más, mientras el supuesto jefe, oculto en Marruecos, espera la extradición... La presión aumenta.
En mayo, las criptomonedas se desatan, los RWA se disparan y Binance anuncia: "Todo está bien". Pero detrás de los números, una tokenización rampante transforma suavemente las finanzas clásicas...
En un contexto económico donde cada tensión comercial pesa sobre los mercados mundiales, Washington ha optado por la firmeza. Este 11 de junio, Howard Lutnick, secretario de Comercio, desestimó cualquier reducción de los aranceles impuestos a China. Un anuncio sin ambigüedades, a pesar de un acuerdo anunciado como "concluido" por las dos capitales. Este statu quo arancelario refuerza la incertidumbre sobre las cadenas de suministro globales y envía una señal clara: no es momento para la reconciliación, incluso en medio de un diálogo diplomático.
La inflación estadounidense de mayo muestra una calma engañosa: +0,1 % en el mes, una cifra por debajo de las previsiones que inmediatamente impulsó los activos de riesgo. Sin embargo, detrás de esta calma se perfilan tensiones más duraderas, alimentadas por el regreso ofensivo de los aumentos tarifarios decididos por la administración Trump. Esta cifra, aparentemente tranquilizadora, oculta una realidad más inestable, donde las señales débiles de un posible resurgir inflacionario generan dudas sobre la solidez del ciclo económico en curso.
La economía mundial se prepara para vivir su década más morosa desde los años 60. Esta previsión podría redefinir las relaciones de poder económico a nivel global. La alerta la lanza el Banco Mundial, cuyo último informe, publicado el 10 de junio de 2025, presenta un panorama sombrío del futuro cercano, en un contexto de tensiones comerciales crecientes e incertidumbres políticas prolongadas.
El bitcoin ha vuelto a acercarse a los 110,000 dólares, galvanizado por la fiebre de los tesoreros corporativos y el teasing del asesor de la Casa Blanca, Bo Hines.
Desde hace dos años, Rusia muestra un crecimiento económico de más del 4%, una cifra que podría hacer palidecer a muchas economías europeas. Sin embargo, detrás de estos indicadores aparentemente sólidos, la realidad sobre el terreno es muy diferente: alta inflación, consumo degradado, escaseces persistentes. El país, en gran medida convertido en una "economía de guerra", parece estar alcanzando los límites de un modelo basado en el gasto militar y la renta energética.
Cuando Michael Saylor le propone a Apple intercambiar sus acciones por bitcoin, no es una broma... o tal vez una revolución cripto envuelta en un iPhone, ¿quién sabe?