Durante mucho tiempo reacias frente al bitcoin, las universidades estadounidenses están dando un giro discreto pero decisivo. La Universidad de Brown, pilar de la Ivy League, acaba de declarar una exposición directa al ETF IBIT de BlackRock. Una primicia, revelada en un depósito oficial ante la SEC, que podría redefinir los estándares de asignación de fondos de dotación. ¿Por qué este movimiento ahora? ¿Qué montos están en juego? ¿Y qué revela esta fuerte señal enviada por una institución académica en el corazón de un mercado cripto en recomposición?