Un cambio discreto, pero decisivo, agita los mercados mundiales. Los pilares tradicionales de las finanzas pierden su aura, mientras que activos antes considerados marginales ganan legitimidad. De hecho, la creciente desconfianza hacia las deudas soberanas hace tambalear el mercado de bonos, antaño base de estabilidad. En este clima de incertidumbre, se impone una pregunta: ¿no estará el bitcoin, frecuentemente calificado de especulativo, convirtiéndose en un verdadero valor refugio?