Cuando la mayor empresa cripto se convierte en buscadora de oro: Tether alinea miles de millones y ambiciones mineras. Lingotes, regalías y stablecoins en el menú, todo sazonado con un toque de fondo soberano.
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Mientras Brasilia quiere convertirse en una potencia cripto, el Banco Central alerta sobre un suicidio financiero: ¿bitcoin en las arcas o bofetadas en las urnas?
Mientras los equilibrios mundiales se redefinen, la cumbre de los BRICS en Río ha esbozado los contornos de una influencia multipolar más afirmada. Detrás de la notable ausencia de Xi Jinping y Vladimir Putin, las discusiones han dado lugar a propuestas concretas: reforma de las instituciones internacionales, cooperación climática reforzada, regulación de la inteligencia artificial. Menos espectacular, pero más estratégica, esta edición informa sobre las ambiciones del Sur global, al tiempo que revela las tensiones latentes que fragilizan la coherencia de un bloque en busca de credibilidad.
Mientras el equilibrio geopolítico mundial se fragiliza, Río acoge los días 6 y 7 de julio de 2025 una cumbre de los BRICS en tensión. Diseñado como un contrapeso al G7, el bloque lucha por encarnar la unidad del Sur global. Desacuerdos internos, ausencia de Xi Jinping, regreso ofensivo de Donald Trump: la 17ª edición ilustra menos un ascenso en el poder que un cuestionamiento sobre la coherencia estratégica de los miembros. En la hora de las ambiciones multipolares, los BRICS se exponen a una crisis de legitimidad tanto como a una prueba de credibilidad internacional.
Río se prepara para acoger una cumbre de los BRICS bajo alta tensión, marcada por dos ausencias históricas: Xi Jinping y Vladimir Putin. El presidente chino se retira por primera vez desde 2013, mientras que su homólogo ruso se queda en el Kremlin, señalado por una orden de arresto de la CPI. En un momento en que el bloque quiere afirmarse frente al dólar y reforzar su influencia, estas ausencias debilitan la unidad del grupo y generan dudas sobre su trayectoria geopolítica.
¿Puede el dólar perder su supremacía mundial? Lo que ayer era mera especulación hoy toma un giro diplomático concreto. A medida que se acerca la cumbre de los BRICS en Río, las grandes economías emergentes colocan las transacciones en monedas locales en el centro de su estrategia. Este giro se inserta en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y de reivindicaciones del Sur global por un sistema financiero más equilibrado. Detrás de esta dinámica se perfila una posible redefinición de las reglas del comercio mundial.
Un cambio discreto, pero masivo, redefine los equilibrios monetarios mundiales. De hecho, más de 90 países, impulsados por los BRICS, abandonan el dólar en sus intercambios internacionales. En su lugar, el yuan, el rublo o la rupia se imponen progresivamente. Este reajuste estratégico, lejos de ser un simple ajuste técnico, cuestiona el orden financiero construido alrededor de Estados Unidos desde la posguerra. Una voluntad asumida de soberanía económica y una contestación directa de la hegemonía americana sobre los flujos mundiales son la base de este movimiento.
A medida que se acerca la cumbre de los BRICS en Río, Ron Paul da la voz de alarma: se está preparando un cambio monetario. El parlamentario menciona un "Rio Reset", una ofensiva coordinada de las economías emergentes para marginalizar al dólar en los intercambios mundiales. Detrás de esta declaración, hay una dinámica más amplia: la de un orden financiero multipolar en gestación. Mientras las tensiones monetarias se intensifican, la iniciativa liderada por los BRICS podría precipitar un cambio de paradigma con consecuencias globales.
Mientras las rivalidades geopolíticas resurgen, la dedolarización vuelve a imponerse como un apalancamiento de soberanía monetaria. Durante mucho tiempo a la vanguardia de esta ambición, los BRICS parecían dispuestos a desafiar el orden económico dominado por Washington. Sin embargo, un reorientación estratégica de Brasil, miembro influyente del bloque, trastoca esta trayectoria. Al descartar la idea de una moneda común, el país redefine las cartas de un proyecto ya debilitado, revelando los límites de una coordinación monetaria frente a la realidad de las relaciones de poder económicas.
Ethereum y Solana acumulaban respectivas alzas semanales del 32,9% y 15,4% la tarde del sábado 10. Este rally se correlacionaba con el impulso de Bitcoin, que logró romper la resistencia de 104 mil dólares y permitía la rotación de capital hacia las altcoins. Pero el aumento de Ether y Sol también contó con la aprobación de contratos de futuros de altcoins en Brasil. Una decisión que tuvo lugar en un ambiente favorable en la macroeconomía.
En un mercado financiero en plena transformación, la frontera entre las finanzas tradicionales y las criptomonedas sigue difuminándose. El último hito es el lanzamiento en Brasil del primer ETF respaldado por XRP, iniciado por Hashdex. Esta iniciativa ofrece a los inversores un acceso regulado a una de las criptomonedas más comerciadas del mundo, consolidando así la posición de Brasil como motor de innovación cripto en América Latina.
En un contexto geopolítico en plena recomposición, dos iniciativas marcantes sacuden la hegemonía del dólar. Brasil y China toman un giro estratégico al privilegiar sus monedas nacionales para los intercambios bilaterales. Por su parte, Rusia e Irán anuncian el inicio de una nueva moneda común para eludir las sanciones occidentales. Estos movimientos distintos, pero convergentes, ilustran una voluntad compartida de los miembros influyentes de los BRICS: construir un sistema financiero menos dependiente del billete verde y afirmar una soberanía monetaria frente a las presiones externas.
Nubank agrega 4 nuevos activos a su cartera. ¡Una expansión estratégica que podría cambiar las reglas del juego en el mercado cripto brasileño!
El enfrentamiento económico entre el Sur global y los Estados Unidos toma un nuevo giro, y Brasil se impone como un actor clave en esta batalla monetaria. Al oponerse a la supremacía del dólar estadounidense, el país latinoamericano redefine los equilibrios financieros globales y cuestiona la arquitectura tradicional del comercio internacional. Esta decisión se integra en un proceso de dedolarización, que está ganando impulso dentro de los BRICS, y que podría modificar en profundidad los circuitos económicos internacionales.
Donald Trump revela su estrategia radical para contrarrestar las ambiciones monetarias de los BRICS. Ante su proyecto de moneda común, amenaza con imponer aranceles del 100% a cualquier país que la adopte. Este enfoque contundente oculta negociaciones secretas que podrían redefinir el orden monetario mundial.
En 2024, las criptomonedas han alcanzado un hito capital, con su integración creciente en los sistemas financieros globales. Este año ha estado marcado por iniciativas importantes, impulsadas por regulaciones ambiciosas y proyectos estratégicos de gran envergadura. En Estados Unidos, la potencial adopción de la Ley Bitcoin ha abierto la puerta a discusiones sobre el papel de las criptos en la soberanía económica. En Europa, el marco regulatorio MiCA ha establecido reglas inéditas para estabilizar los mercados y proteger a los inversores. Al mismo tiempo, América Latina se ha afirmado como un actor clave, con asociaciones innovadoras como la de El Salvador y Argentina, lo que consolida su posición frente a los desafíos económicos locales. Estos avances son testimonio de un movimiento global a favor de la adopción de estos activos, y esbozan una nueva trayectoria para la industria de las criptomonedas y sus implicaciones futuras.
¿Se quedará el mundo de brazos cruzados si Estados Unidos crea una reserva estratégica de bitcoins?
Mientras los Estados buscan protegerse contra las turbulencias económicas y geopolíticas, Brasil da un paso audaz hacia la innovación financiera. Una propuesta de ley actualmente presentada en el Congreso sugiere la creación de una reserva federal de Bitcoin, una iniciativa que podría redefinir el papel de las criptomonedas en la gestión económica nacional. Inspirado por las experiencias de otras naciones, este proyecto suscita interrogantes sobre el futuro de las políticas monetarias en un mundo cada vez más digital.
Cuando 134 países juegan a ser aprendices de hechicero con las CBDC, es el 98 % de la economía mundial la que entra en zona de turbulencias digitales.
El panorama monetario mundial está en plena transformación. Mientras la influencia del dólar estadounidense tambalea bajo el peso de las tensiones geopolíticas y de políticas económicas agresivas, los BRICS están a punto de redefinir las reglas del juego. Están trabajando para lanzar una nueva moneda de reserva, un proyecto audaz que podría sacudir la supremacía del billete verde y redistribuir las cartas de las finanzas internacionales. Frente al impacto de las sanciones económicas, las guerras comerciales y una dependencia considerada excesiva del dólar, estas potencias emergentes se agrupan para afirmar su soberanía económica. Pero esta nueva moneda, concebida como una alternativa directa al sistema financiero dominado por Estados Unidos, genera tanto esperanzas como dudas.
En un Brasil enfrentado a una importante devaluación monetaria del 13% anual, proteger su patrimonio se ha convertido en un desafío importante para los inversores. A medida que la moneda local, el real brasileño, se desmorona gradualmente, la búsqueda de soluciones eficaces para preservar el poder adquisitivo se intensifica. En este contexto, el Bitcoin, a menudo percibido como un activo arriesgado, se revela como una alternativa preferida. Con rendimientos positivos en la última década, supera al oro y a muchos índices bursátiles tradicionales.
La hegemonía estadounidense y occidental está siendo cuestionada por el ascenso de China. A medida que Pekín continúa fortaleciendo su influencia económica en todo el mundo, las percepciones varían enormemente según los niveles de ingresos de las naciones. Este análisis explora cómo China está redefiniendo el panorama económico mundial y las reacciones contrastantes de diferentes regiones del mundo a esta evolución.
Los gobiernos de todo el mundo están cada vez más preocupados por el ascenso económico de China, que parece imparable. La conquista china a escala mundial está marcada por una exportación masiva de bienes, creando un desequilibrio comercial preocupante. Este texto examina las raíces de este fenómeno, sus implicaciones para la economía mundial, y las medidas tomadas por varios países para enfrentarlo.
En un contexto de feroz competencia internacional, Brasil ha adoptado una nueva política que podría redefinir sus relaciones comerciales con un socio de larga data, China. Esta iniciativa que afecta al Imperio del Medio con el que comparte el bloque BRICS se enmarca en una serie de medidas destinadas a proteger las industrias locales frente a un desafío económico importante. Las implicaciones de esta decisión prometen ser amplias y profundas.