La inteligencia artificial está remodelando cómo las personas experimentan e interactúan con el mundo en línea. Las grandes plataformas ahora enfrentan un aumento del tráfico no humano y contenido sintético, impulsando internet a una etapa donde los usuarios reales deben cuestionar tanto con qué—y con quién—están interactuando. Investigadores dicen que este cambio está erosionando la confianza a medida que el material generado por máquinas se extiende por espacios antes dominados por personas.