Bitcoin encadena ganancias, pero el 87% de su oferta ya está en beneficio. La tentación de vender es grande, pero la demanda podría seguir apoyando la cripto. La tensión aumenta.
Bitcoin encadena ganancias, pero el 87% de su oferta ya está en beneficio. La tentación de vender es grande, pero la demanda podría seguir apoyando la cripto. La tensión aumenta.
Mientras el mercado de criptomonedas oscila sin una dirección clara, algunas dinámicas internas despiertan tensiones. Este mes, el proyecto Pi Network se prepara para inyectar una cantidad masiva de tokens en el mercado. Una operación seguida de cerca, ya que su magnitud podría agravar la presión vendedora sobre el precio de Pi, un activo ya debilitado. El calendario elegido, combinado con señales técnicas alarmantes, dibuja los contornos de un escenario que debe ser vigilado muy de cerca.
Mientras la incertidumbre se apodera de los mercados globales, emerge una señal fuerte de la red Bitcoin: más de 170,000 BTC, es decir, cerca de 14 mil millones de dólares, han salido de carteras dormidas. Un movimiento así, raro y masivo, reactiva el espectro de una alta volatilidad. Frente a este choque on-chain, las estrategias de los inversores se fragmentan, entre desconfianza y acumulación.
Contrariamente a lo esperado, el mercado de criptomonedas comenzó 2025 a la baja, lo que tomó a los inversores por sorpresa. El bitcoin y el Ether, que habitualmente tienen un buen desempeño en el primer trimestre, registraron sus peores resultados históricos en este período. Este giro brusco, que rompe con las dinámicas estacionales conocidas, reaviva los debates sobre una posible recuperación en el segundo trimestre, mientras que las incertidumbres económicas afectan a todos los activos de riesgo.
El 13 de abril, el bitcoin superó los 86,000 dólares antes de caer por debajo de los 84,000, sin ninguna alerta macroeconómica ni factor exógeno. Este giro brusco se explica por un desequilibrio inédito en las liquidaciones: 52 millones de dólares en posiciones largas frente a solo 15 millones en cortas, es decir, una diferencia del 346%. Esta anomalía revela una tensión estructural relacionada con el efecto de apalancamiento, donde el exceso de optimismo especulativo hace que los mercados sean particularmente sensibles a las correcciones internas.
XRP se encuentra en un punto de inflexión estratégico, enfrentando una resistencia técnica que podría redefinir su trayectoria en el mercado. Desde el acuerdo de la disputa entre Ripple y la SEC, el activo se beneficia de un renovado nivel de confianza, pero los inversores siguen siendo cautelosos. El cruce de este umbral decisivo se está observando de cerca: un fracaso podría frenar el impulso actual, mientras que un superarlo abriría la puerta a nuevas alturas. Por lo tanto, ahora es el momento de la confirmación para los partidarios del escenario alcista.
Ethereum tambalea, y la sombra de ciclos bajistas anteriores resurge. En el transcurso de tres meses, el ETH ha perdido más del 65 % de su valor, lo que ha llevado a especuladores e inversores a un umbral psicológico importante: los 1,000 $. Esta caída no sería una simple corrección, sino un eco de las caídas de 2018 y 2022. Mientras los indicadores se deslizan hacia zonas de pánico, la perspectiva de un suelo definitivo alimenta tanto la esperanza de un rebote como el temor a una capitulación prolongada.
Mientras los mercados bursátiles sufren una pérdida histórica, el bitcoin pierde terreno y cae por debajo de los 80,000 dólares. Este retroceso, lejos de ser insignificante, reabre los debates sobre su función como refugio. En un momento en que las tensiones comerciales y políticas reconfiguran la economía global, la frontera entre los activos tradicionales y las criptomonedas se difumina. Por lo tanto, se avecina un momento de verdad para el BTC y para las estrategias de asignación de los inversores.
Mientras el mercado de criptomonedas busca un nuevo aliento tras un inicio de año dinámico, el XRP se hunde en una espiral bajista. El activo de Ripple ya ha perdido más del 35 % desde su pico de enero, y los indicadores técnicos apuntan a una posible agravación. Una configuración gráfica desfavorable podría llevar a un retroceso adicional del 25 % este mes. En este clima de incertidumbre, el XRP aparece como uno de los activos más debilitados del momento, expuesto a una creciente presión vendedora y a un desinterés de los inversores principales.
Bitcoin muestra una sorprendente resiliencia frente al colapso de los mercados. Mientras el oro retrocede, él se lanza solo hacia los 100,000 $, alimentado por una narrativa de ruptura.
Mientras el Bitcoin retrocede un 25 % desde su pico histórico de más de 109,000 dólares, surge un movimiento inesperado: las ballenas reanudan sus compras. Estas carteras importantes, a menudo consideradas como barómetros del mercado, inician su primer verdadero regreso a la acumulación desde agosto de 2024, según Glassnode. En un contexto dominado por la distribución y un sentimiento que recuerda los mínimos de 2022, esta señal estratégica podría perturbar el consenso bajista general y reavivar la atención de los inversores en los niveles actuales.
Lanzado como una promesa de democratización de las criptomonedas a través del móvil, Pi Network se enfrenta hoy a su mayor zona de turbulencia. Mientras su token Pi se acerca peligrosamente a sus niveles más bajos históricos, más de 126,6 millones de nuevos tokens están a punto de ser liberados en abril. Una presión adicional sobre un activo ya debilitado, a pesar de una comunidad masiva y ambiciones expresadas. En un mercado que se ha vuelto implacable, la ilusión del éxito ya no es suficiente: el ecosistema Pi tambalea, y las dudas se instalan.
El precio del XRP intriga, preocupa y recuerda malos recuerdos. Mientras que algunos ven en ello los primeros indicios de un nuevo despegue, un análisis reciente revela patrones familiares, aquellos que precedieron a los colapsos de 2018 y 2021. A medida que las señales técnicas se tornan naranjas, la amenaza de un escenario de negación (etapa clave antes de cada desplome pasado) vuelve a surgir. En un clima cargado de expectativas, los datos on-chain imponen un serio recordatorio a la realidad.
¿El bitcoin a 80,000 dólares parece inalcanzable? Para algunos analistas, es todo lo contrario: este umbral sería una oportunidad de compra. Mientras el mercado oscila entre un entusiasmo alcista y temores de corrección, varios indicadores fundamentales invitan a replantear las certezas. Detrás de las cifras, se perfila una dinámica de fondo, muy diferente a los ciclos pasados. Lejos de un máximo, el bitcoin aún podría tener margen.
Anunciada como un cambio estratégico, la integración de Pi Network en la billetera de Telegram ofrecía una vitrina sin precedentes a un proyecto que ya contaba con una comunidad masiva. En un ecosistema donde la visibilidad puede hacer explotar un activo, PI parecía estar en una posición de fuerza. Sin embargo, en contra de las expectativas, el token se desploma. La promesa de una adopción acelerada se ha encontrado con la realidad del mercado. ¿Cómo explicar una disonancia tan marcada entre el potencial de un anuncio y la brutalidad de una caída que pone en duda la solidez del proyecto?
El bitcoin se desploma, pero el verdadero movimiento podría venir de otro lugar. Mientras el mercado sufre una caída rápida, algunos analistas ya apuestan por otro motor: el regreso masivo de la liquidez de los bancos centrales. Detrás de las cifras, se perfila una dinámica monetaria global, mucho más decisiva que la corrección en curso. El BTC tambalea, pero el flujo de capitales que se avecina podría reescribirlo todo.
La volatilidad del bitcoin vuelve a ser noticia. Tras un pico por encima de los 84,000 dólares, la criptomoneda cayó un 3.5% en unas pocas horas. Este retroceso alimenta los temores de un regreso a los 72,000 dólares, un escenario impensable hace poco. La causa: condiciones de liquidez macroeconómicas inciertas, que debilitan los activos de riesgo. Algunos analistas estiman que el mercado podría entrar en una fase crítica, donde la evolución de las políticas monetarias y el apetito de los inversores por el riesgo serán decisivos.
El mercado de las criptomonedas tambalea, y el XRP se encuentra en la primera línea. Tras una fase de inestabilidad técnica, la situación se ha deteriorado con el anuncio de los nuevos aranceles aduaneros de Donald Trump sobre las importaciones de automóviles. Un doble golpe duro, amplificado por la disminución de las expectativas de un alivio monetario de la Fed. En este clima incierto, los analistas temen una caída del 40%, que amenaza con sumergir al XRP en una espiral bajista. Entre señales técnicas alarmantes y tensiones macroeconómicas, el mercado contiene la respiración.
En el mercado de las criptomonedas, donde las turbulencias son moneda corriente, algunas caídas marcan más que otras. Pi Network, alguna vez percibido como un proyecto prometedor, ve su precio desplomarse a un mínimo histórico, lo que ha sacudido la confianza de los inversores. Mientras el token lucha por imponerse en las grandes plataformas de intercambio, su volumen de transacciones disminuye, signo de un desinterés creciente. ¿Puede Pi rebotar aún, o estamos asistiendo al colapso de una promesa nunca cumplida?
Bajo los neones de Wall Street, la Historia parece tartamudear. La bolsa tambalea, ebria de especulaciones, mientras que los viejos crashes sonríen entre bastidores, listos para volver a la escena.
Bitcoin se toma un respiro: cruzado con elegancia el umbral de los 85,000 $ aleja el abismo. ¿Un alivio? ¿O la calma antes de la próxima tempestad?
El Bitcoin titubea, con una pérdida de más del 20 % desde su máximo histórico, lo que aviva los temores de un giro brusco. Sin embargo, algunos lo ven como un simple parón en un ciclo todavía activo. Así, para Timothy Peterson, esta caída sigue siendo moderada en comparación con los mercados bajistas anteriores, y se inserta en una fase clásica de consolidación más que en un colapso estructural.
El mercado de las criptomonedas está una vez más en un período de incertidumbre, suspendido a una sola pregunta: ¿cuál será la próxima decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos? Mientras el bitcoin oscila por debajo de los 85,000 dólares y el índice de miedo y codicia del mercado cripto se desploma a 23, los inversores contienen la respiración. La reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) concluye hoy, y todas las miradas están puestas en Jerome Powell.
¿El mercado de bitcoin entra en una fase de retroceso prolongado? Esa es la pregunta que agita a la comunidad cripto tras la impactante declaración de Ki Young Ju, CEO de CryptoQuant. De hecho, conocido por sus precisos análisis on-chain, afirmó en la red social X (antes Twitter) que el ciclo alcista de bitcoin ha terminado. Este cambio radical de discurso sorprende aún más ya que afirmaba a principios de marzo que el bull run aún estaba en curso, aunque ralentizado.
Los mercados financieros tambalean, los inversores se preocupan y las criptomonedas atraviesan un nuevo período inestable. En el corazón de esta agitación, un nombre vuelve insistentemente: Donald Trump. Según varios analistas y observadores del mercado, el presidente estadounidense estaría llevando a cabo una estrategia destinada a debilitar deliberadamente los mercados financieros para obligar a la Reserva Federal (Fed) a reducir las tasas de interés. Una hipótesis que, aunque espectacular, se basa en declaraciones públicas y señales económicas preocupantes.
El mercado de las criptomonedas atraviesa un período de turbulencia marcado por una corrección brutal del bitcoin y salidas masivas de capital. Con una caída de más del 18 % desde su máximo histórico de 106,000 $ en diciembre de 2024, algunos inversionistas ya hablan del ciclo más doloroso en la historia del bitcoin. Sin embargo, para los actores experimentados del sector, este escenario no es nuevo. Periodos aún más oscuros han marcado la evolución del mercado cripto, y son muchos los que ven en esta corrección un ajuste temporal más que un colapso duradero.
En un mercado de criptomonedas en constante cambio, Pi Network se encuentra en un momento decisivo. Mientras los inversores esperaban señales de estabilización, el activo enfrenta una preocupante tendencia a la baja, impulsada por una presión vendedora creciente. La expiración del período de migración hacia el Mainnet, combinada con indicadores técnicos en zona roja, alimenta una creciente incertidumbre.
Los mercados financieros tienen su propia memoria, y las criptomonedas no son una excepción. Así, cuando un activo muestra similitudes inquietantes con un colapso pasado, los analistas se ponen en alerta. Ethereum, la segunda criptomoneda más grande del mercado, ve cómo su precio se desploma, lo que revive el espectro del colapso de marzo de 2020. El trader Ted Pillows afirma que el comportamiento actual del mercado de ETH refleja casi idénticamente la capitulación de esa oscura época, lo que sugiere un escenario donde el activo podría descender hasta 1400 dólares.
En la arena del Bitcoin, los gigantes juegan a su antojo mientras los novatos huyen. Binance asiste, impotente, a este gran baile de las finanzas descentralizadas. ¿Fin de partida o simple intermedio?
El bitcoin ha caído a 76,700 $, su nivel más bajo en cuatro meses, en un contexto de turbulencias económicas globales. De hecho, la caída del 30 % desde su máximo histórico de 109,350 $ ha reavivado los debates sobre un posible cambio de tendencia, ya que algunos observadores se preguntan sobre la sostenibilidad del ciclo alcista. Sin embargo, varios indicadores sugieren que esta corrección podría representar un punto de entrada estratégico para los inversores. Por un lado, los mercados financieros siguen bajo presión con incertidumbres económicas duraderas, por otro lado, el mercado de derivados de BTC muestra una solidez inesperada. Entonces, ¿ha tocado el bitcoin su piso definitivo antes de un rebote?