El BCE congela sus tipos, la FED se prepara para bajarlos… ¿Y si, en este ping-pong monetario, fuera finalmente la economía real la que sirviera de pelota perdida?
El BCE congela sus tipos, la FED se prepara para bajarlos… ¿Y si, en este ping-pong monetario, fuera finalmente la economía real la que sirviera de pelota perdida?
Pagar la deuda nacional con un simple clic en Venmo y PayPal: ¿una idea absurda? No para el Tesoro estadounidense, que ahora propone a los ciudadanos contribuir, de forma voluntaria, a los 36.7 billones de dólares de deuda federal a través de PayPal y Venmo. Integrada en la plataforma Pay.gov, esta medida inesperada mezcla tecnología de consumo y gestión macroeconómica en un gesto de alcance simbólico, pero cargado de significado.
A la víspera del 4 de julio, el Congreso estadounidense aprobó uno de los textos presupuestarios más radicales de la era moderna. Impulsada por Donald Trump, esta ley redefine las prioridades económicas de Estados Unidos con recortes masivos de impuestos, recortes sociales y una deuda en fuerte aumento. La votación, lograda a pesar de las fracturas republicanas, marca un giro estratégico en la era post-Biden. Más que un simple presupuesto, es una declaración política que reconfigura las cartas del poder y aviva las tensiones ideológicas en Washington.
Cuando Trump insulta, Waller anticipa, Powell toma su tiempo y la economía patina: ¿quién ganará este extraño baile de tasas orquestado entre inflación, desempleo y guerra de nervios monetaria?
El presidente estadounidense Donald Trump presiona al Congreso para que adopte sin demora la ley GENIUS sobre los stablecoins. Se inicia una carrera contrarreloj para convertir a Estados Unidos en el líder mundial de los activos digitales. Pero, ¿esconde esta prisa intereses personales?
Mientras Trump entierra el dólar digital, Pekín instala el suyo en todos los continentes. Un clic, un yuan, y las finanzas tiembla. Estados Unidos observa… con los dientes apretados.
La economía mundial se prepara para vivir su década más morosa desde los años 60. Esta previsión podría redefinir las relaciones de poder económico a nivel global. La alerta la lanza el Banco Mundial, cuyo último informe, publicado el 10 de junio de 2025, presenta un panorama sombrío del futuro cercano, en un contexto de tensiones comerciales crecientes e incertidumbres políticas prolongadas.
Mientras Washington y Pekín vuelven a abrir un canal diplomático en Londres, las tensiones sobre las tierras raras y los semiconductores amenazan el equilibrio global. Frente a la delegación china, Washington muestra su firmeza. Donald Trump, fiel a su estilo, marca el tono: "China no es fácil". Detrás de esta frase, se dibuja una realidad: ninguno de los dos bandos parece dispuesto a ceder en asuntos tan estratégicos como explosivos.
Reunión de la Fed junio 2025: inflación, desempleo, tensiones comerciales… Descubre cómo estos problemas cruciales podrían alterar las tasas de interés y por qué algunos ya apuestan por el bitcoin. ¡No te lo pierdas!
El Congreso estadounidense ha validado recientemente el "Gran, Hermoso Proyecto de Ley", el presupuesto de Donald Trump, aclamado como un regreso enérgico de la política económica republicana. Sin embargo, para Peter Schiff, este texto marca un giro dramático. El economista lo ve como un mecanismo destructivo que prepara la caída inevitable del dólar y un choque monetario sin precedentes.
Pekín le hace un vacío al tío Sam, vende sus bonos del Tesoro y murmura a la economía mundial: "Te amo... yo también".
Perceptidos durante mucho tiempo como seguidores, los BRICS ahora lideran el crecimiento mundial. Según las últimas previsiones del FMI, estas potencias emergentes registran en 2025 una dinámica económica claramente superior a la de Estados Unidos. Este cambio cuantitativo se vuelve estratégico: el ascenso de los BRICS ya no es una tendencia, es un hecho. Su rendimiento colectivo redefine las relaciones de poder e impone una nueva lectura de los equilibrios geoeconómicos.
Mientras la guerra comercial entre China y Estados Unidos parecía estancada en un ciclo interminable de represalias, un gesto inesperado ha revivido la esperanza: Pekín acepta conversaciones oficiales con Washington. Es la primera vez en meses. Este encuentro, más que un simple intercambio diplomático, cristaliza las tensiones profundas que sacuden el comercio mundial y la economía de los dos gigantes.
China esperaba mejorar su imagen económica con gestos de apaciguamiento hacia Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de una reducción parcial de los aranceles, las perspectivas no se aclaran. La economía china tambalea, atrapada en su propia inercia y en una coyuntura mundial helada.
El dólar ha desacelerado, pero los mercados globales han contenido la respiración. Después de tres semanas de aumento, el billete verde cede terreno, impulsado por un informe sobre el empleo más robusto de lo esperado. Sin embargo, persisten tensiones: un crecimiento que se mantiene, tasas fijas, las incertidumbres tarifarias duraderas. Las criptomonedas no escapan a este ballet monetario. Para los traders de criptomonedas, cada sobresalto del dólar redibuja el mapa del riesgo, desplaza la frontera de la volatilidad y reorganiza las expectativas de liquidez.
En abril de 2025, el Fondo Monetario Internacional (FMI) oscureció las perspectivas económicas de los Estados Unidos con una revisión drástica: un crecimiento proyectado del 1,8 %, frente al 2,7 % inicialmente previsto. Este cambio, el más marcado desde la crisis de 2008, no es un simple ajuste técnico. Refleja una confluencia de riesgos: guerras comerciales, inflación persistente, caída del consumo, que amenaza con redibujar el equilibrio económico mundial. Detrás de estos números, un hecho implacable: las decisiones políticas recientes han precipitado una onda de choque cuyas réplicas podrían durar.
Si Estados Unidos comprara 1 millón de BTC, el precio de bitcoin podría alcanzar 1 millón de dólares. Una reserva estratégica que trastocaría la economía mundial y reinventaría los activos financieros.
La sorprendente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de suspender temporalmente los derechos de aduana recíprocos rápidamente tranquilizó a los mercados y redujo las perspectivas de una recesión económica.
Imagina un presidente, constructor de rascacielos y escándalos, acuñando moneda a su antojo según las leyes que él mismo escribe. El USD1 no es solo una stablecoin, es la entrada a unas finanzas sin límites.
El dinero migra, silencioso y metódico. Wall Street, antaño indiscutible, ve su trono tambalearse bajo los pasos apresurados de los inversores, seducidos por una Europa que brilla con mil millones.
Powell, guardián del umbral, esculpe el instante. Tasas congeladas, esperanzas difusas. La economía vacila, suspendida entre el fuego de la inflación y el hielo de la desaceleración. Los mercados tiembla.
XRP, el rebelde indómito, se levanta de las cenizas mientras Ethereum tambalea. La criptoesfera contiene el aliento: el orden establecido vacila y el trono de los altcoins amenaza con cambiar de amo.
Popular en palabras, olvidado en actos: el bitcoin fascina pero no convence. El 4 % de los terrícolas cree en él, los demás miran, perplejos, ese oro digital sin lingotes.
En el torbellino de las tensiones sino-americanas, los ETF de Bitcoin pierden 1.14 mil millones de dólares en dos semanas, víctimas de un cataclismo geopolítico, entre amenazas de aranceles y la incertidumbre de los mercados.
En una loca búsqueda por salvar la economía estadounidense, VanEck considera el bitcoin como un remedio milagroso. ¿Podría realmente una reserva estratégica de criptomonedas anular 21 billones de deuda para 2049?
Mientras la Fed duda entre la prudencia y la acción, la inflación galopa y la cripto tambalea, lista para una semana de montañas rusas financieras.
Coinbase planea un futuro de oro digital: 10 billones de dólares en la blockchain y Washington a la vanguardia. ¿Armstrong profeta o charlatán?
Trump blande su espada arancelaria, el Bitcoin tambalea, se balancea y tropieza, pero como un boxeador aturdido, se levanta, listo para un nuevo asalto.
Mientras Google ahoga la IA bajo una lluvia de dólares, un pequeño genio chino trastea en su garaje y hace temblar Silicon Valley. ¿Efecto mariposa o tormenta por venir?
Se ha dado un paso clave en la regulación del mercado de criptomonedas en Estados Unidos. Bajo la dirección de Mark Uyeda, presidente interino, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha anunciado la creación de un Crypto Task Force, un organismo encargado de aportar más claridad a las reglas que rigen las criptomonedas. Para estructurar su acción, la SEC ha puesto en línea un sitio dedicado, que ofrece a empresas e inversores un espacio para presentar sus propuestas y entender mejor los requisitos regulatorios. Esta iniciativa se produce en un momento en que el sector cripto exige directrices precisas y la SEC se enfrenta a la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC) sobre la cuestión de la jurisdicción de las criptomonedas. Además de definir la frontera entre valores mobiliarios y activos no regulados, este grupo de trabajo podría dar forma al futuro de los ETF de criptomonedas e influir en la supervisión de las plataformas de intercambio. Sin embargo, su impacto real dependerá de su capacidad para establecer un diálogo constructivo con la industria, un enfoque que aún falta en la política actual de la SEC.