La Unión Europea vive una revolución discreta pero tenaz. Un informe reciente de Oobit, plataforma especializada en pagos con criptomonedas, revela que el 70 % de las transacciones en cripto en su red son absorbidas por el comercio minorista, la alimentación y las bebidas. Una cifra que pulveriza los clichés sobre el uso marginal de las criptomonedas. Pero, ¿cómo explicar esta infiltración silenciosa en el día a día de los europeos? Entre adopción regulatoria y pragmatismo económico, el panorama se rediseña.