El bitcoin, impulsado por la euforia post-electoral, alcanzó un máximo de 108,000 dólares antes de caer por debajo de los 80,000 dólares. La inestabilidad económica mundial y las crecientes tensiones comerciales alimentan una mayor volatilidad. A pesar de un discurso pro-cripto, Donald Trump adopta una política proteccionista que preocupa a los inversores. Entre el miedo a la recesión y la incertidumbre monetaria, el mercado cripto tambalea ante las turbulencias macroeconómicas.