Galaxy Digital aseguró $460M para desarrollar su antiguo sitio de minería de Bitcoin en Texas en un centro de datos a gran escala para IA y computación de alto rendimiento.
Galaxy Digital aseguró $460M para desarrollar su antiguo sitio de minería de Bitcoin en Texas en un centro de datos a gran escala para IA y computación de alto rendimiento.
Cuando Washington apresura una ley, la IA se convierte en un asunto estatal, los mineros de criptomonedas sufren, y los exportadores muerden la frustración. Y todo eso, para seguir siendo los primeros.
Nvidia se convierte en la empresa más valiosa del mundo con 4,68 billones de dólares, impulsada por la demanda de IA y la expansión global.
La inteligencia artificial ya no se limita a asistir al humano, sino que ahora amenaza con reemplazarlo a gran escala. El senador Bernie Sanders advierte que cerca de 100 millones de empleos americanos podrían desaparecer en diez años. En un video oficial respaldado por un informe senatorial, acusa a los gigantes de la tecnología de sacrificar a los trabajadores en favor de la automatización. Para él, la inacción frente a esta revolución del trabajo artificial podría agravar drásticamente las desigualdades sociales.
"No todo lo que reluce es oro". Este proverbio del siglo XVII se aplica admirablemente a las innovaciones llamativas. Desde hace algunos años, se nos presenta la Inteligencia Artificial (IA) como una revolución comparable a la electricidad o a internet. ¿Pero es realmente una revolución? ¿O más bien una optimización espectacular de lo existente? Tal como la conocemos, la IA no revoluciona nada. Solo engrasa los engranajes de un sistema ya establecido, y se inscribe principalmente en la continuidad de un paradigma centralizado. Paralelamente, otra tecnología, menos mediática pero mucho más radical, sigue su trayectoria: Bitcoin y la descentralización. A diferencia de la IA, Bitcoin no se limita a mejorar los sistemas existentes. Los cuestiona, y a veces incluso los vuelve obsoletos. La verdadera revolución actual, la única, es Bitcoin. Porque no hace más rápido al viejo mundo, construye uno nuevo.
Elon Musk anuncia el lanzamiento inminente de Grokipedia, un competidor directo de Wikipedia desarrollado por su empresa xAI. Esta plataforma, presentada como una alternativa a las "mentiras" y "media verdades", promete revolucionar el acceso a la información gracias a la inteligencia artificial.
Bitcoin se dispara, pero el entusiasmo se desmorona: ¿y si la inteligencia artificial ya hubiera olfateado la estafa de un OctubreUpt que no explotará?
Un memecoin que se derrumba, 30 millones que se evaporan, una IA como excusa… En casa de los Trump, la cripto a veces huele más a operación de camuflaje que a smart contract.
OpenAI acaba de superar un hito. Con una valoración de 500 mil millones de dólares, la startup dirigida por Sam Altman supera a SpaceX y se impone como la más valorada del mundo. Esta ascensión fulgurante confirma el cambio de la tecnología hacia la inteligencia artificial. En el ecosistema Web3, donde la infraestructura digital es un terreno de competición estratégica, este avance no ha pasado desapercibido. Más allá de las cifras, es una batalla de influencia que se libra entre la inteligencia artificial y la economía descentralizada.
El trading de criptomonedas exige vigilancia constante, reactividad y disciplina emocional. Bybit EU acaba de superar un hito decisivo lanzando una suite de bots de trading pilotados por inteligencia artificial, diseñados para transformar a cualquier usuario en trader profesional, incluso mientras duerme.
En septiembre, la red Base (la solución Ethereum de Coinbase) hizo un avance inesperado en el universo de los NFT. Impulsado por el juego DX Terminal, el ecosistema superó a sus rivales en número de ventas. Una señal que muestra que una mezcla de creatividad, IA y diversión puede reavivar un mercado globalmente a la baja.
El comercio electrónico acaba de dar un nuevo paso. Con la integración de la compra instantánea en ChatGPT, OpenAI transforma su chatbot en una verdadera interfaz de comercio conversacional. Una evolución que podría revolucionar los hábitos de los consumidores y rediseñar la estrategia de las grandes plataformas en línea.
Después de los cohetes y la IA, ahora Musk y Altman quieren ocupar nuestros cerebros. Implantes, electrodos y miles de millones: las neuronas se han convertido en los nuevos campos de juego de los multimillonarios.
La plataforma líder en análisis de blockchain está lista para alcanzar nuevas alturas de inteligencia artificial en criptomonedas al presentar un agente móvil diseñado para hacer que el comercio sea más interactivo. La firma de inteligencia crypto busca simplificar el comercio en cadena mediante la introducción de una función de conversación natural.
xAI lleva a OpenAI a los tribunales, alegando que ex empleados compartieron tecnología confidencial de IA, dando a OpenAI acceso a información propietaria.
De reactivo a proactivo. OpenAI cambia de paradigma con ChatGPT Pulse, una IA que ya no espera tus preguntas, sino que anticipa tus necesidades. En lugar de esperar tus preguntas, la IA trabaja en segundo plano para preparar actualizaciones personalizadas diarias. Para los apasionados de las criptomonedas, esto significa recibir señales e insights diarios incluso antes de abrir sus plataformas de trading.
Según el informe DORA 2025 de Google Cloud, el 90 % de los desarrolladores ahora integran IA en su día a día. Sin embargo, menos de una cuarta parte confía realmente en sus resultados. Entre mayor productividad y escepticismo persistente, la industria navega en una paradoja.
En la batalla mundial por dominar la inteligencia artificial, la potencia de cálculo se ha convertido en la nueva moneda de cambio. Nvidia está lista para inyectar hasta 100 mil millones de dólares en OpenAI para construir una de las infraestructuras de IA más ambiciosas jamás diseñadas. Esta asociación marca un punto de inflexión, pues ya no se trata de promesas de laboratorio, sino de la industrialización masiva de la IA. Una iniciativa así podría cambiar las reglas del sector y redefinir los equilibrios tecnológicos a escala global.
La inteligencia artificial se impone ahora en el día a día, hasta el punto de volverse imprescindible. Si sus usos seducen, especialmente para simplificar la vida cotidiana, también alimenta temores profundos. Una encuesta del Pew Research Center, realizada en junio de 2025, pone en evidencia una paradoja: los estadounidenses temen que la IA erosione su humanidad.
En Albania, los ministros tiemblan: una IA llamada Diella entra al gobierno. Promesa de transparencia, democracia sacudida… y la oposición golpea la mesa como en el teatro.
Cuando las ecuaciones naufragan, una IA de Google las rescata. Resultado: matemáticos asombrados y un futuro científico que parece ciencia ficción.
Desde su lanzamiento impactante en noviembre de 2022, ChatGPT ha conquistado el estatus de referencia mundial en inteligencia artificial. Casi tres años después, el chatbot de OpenAI supera ampliamente la etapa experimental: con más de 700 millones de usuarios semanales, ahora moldea los hábitos digitales mundiales. Un estudio científico inédito, basado por primera vez en los datos internos de OpenAI, analiza 2,6 mil millones de mensajes diarios y revela tendencias sorprendentes sobre el uso real de ChatGPT, cuestionando las ideas preconcebidas sobre la adopción de la IA conversacional.
Nvidia se incorpora al plan de IA del Reino Unido con un cheque de 683 millones de dólares. Apostando por nScale, una entidad procedente del minería cripto, el gigante estadounidense apuesta por una infraestructura soberana en el corazón de Europa. Esta operación, tan económica como geopolítica, marca un cambio de rumbo, ya que la inteligencia artificial ya no es un terreno de experimentación, sino una palanca estratégica de poder nacional.
La batalla tecnológica entre Pekín y Washington alcanza un nuevo nivel. Según el Financial Times, China ha ordenado a sus gigantes digitales, incluidos Alibaba y ByteDance, suspender inmediatamente sus compras y pruebas de los últimos chips de inteligencia artificial de Nvidia, los RTX Pro 6000 D. Esta decisión ilustra el aumento de tensiones alrededor de los semiconductores, ahora en el centro de la rivalidad geopolítica y económica entre las dos superpotencias.
¿Y si pronto sus softwares se encargaran de sus pagos, sin usted? Google da un paso más hacia esa realidad lanzando un protocolo inédito: sus agentes inteligentes ahora pueden intercambiar dinero entre sí, a través de tarjetas bancarias y stablecoins respaldadas en dólares. Este proyecto, apoyado por Coinbase y otras empresas, abre el camino hacia una economía automatizada, donde las IA no solo te asisten… sino que actúan en tu lugar.
OpenAI quiere más que una asociación: bajo el amparo de la IA y la filantropía, la empresa afila su independencia respecto a Microsoft. ¿Trono conservado o rivalidad futura encubierta?
Cuando ChatGPT se convierte en un espía a pesar de sí mismo, la alerta se vuelve imposible de ignorar. El cofundador de Ethereum se une a la ola de inquietudes tras el descubrimiento de una falla crítica que permite la exfiltración de datos personales a través de la IA de OpenAI. Una alerta que resuena especialmente en el ecosistema crypto donde la seguridad sigue siendo primordial.
Menos de veinticuatro horas después del asesinato de Charlie Kirk en Utah, la red social X fue inundada con mensajes que llamaban a la venganza y mencionaban una guerra civil. Miles de publicaciones, a menudo redactadas con términos idénticos, señalan a la izquierda como responsable. Frente a este aluvión, varios investigadores sospechan una amplificación artificial. Detrás de estas llamadas a la violencia, una parte de las cuentas presenta características de redes automatizadas.
La inteligencia artificial ya no es una opción para los líderes, se ha convertido en una extensión de su cerebro ejecutivo. Mientras que muchos empleados temen que la IA elimine sus puestos, los CEOs la emplean como una palanca estratégica para mantenerse competitivos. Satya Nadella, jefe de Microsoft, reveló recientemente los cinco prompts GPT-5 que inserta diariamente en Copilot para dinamizar su trabajo. Una prueba concreta de que, incluso en la cima, la IA no es un gadget sino una herramienta de supervivencia profesional.
Mientras OpenAI brilla con 500 mil millones, la start-up Mistral infla sus velas a 11,7 mil millones. ¿Cocorico o espejismo europeo? La IA ha encontrado a su gallo galo.