Este 10 de diciembre, la Fed anunció una reducción de sus tasas directoras de 25 puntos básicos, confirmando las expectativas de los mercados. Sin embargo, tras esta decisión aparentemente clásica se ocultan profundas disensiones: votos divergentes, contexto económico incierto y presiones políticas inéditas. En un contexto marcado por la ausencia de datos económicos clave debido al cierre gubernamental, la interpretación de la estrategia monetaria estadounidense se vuelve cada vez más compleja y potencialmente desestabilizadora.