El estatus del dólar estadounidense en la economía mundial provoca nuevamente tensiones. Mientras los BRICS buscan liberarse de su hegemonía, Donald Trump desestimó de un manotazo cualquier posibilidad de dedolarización. "No hay ninguna posibilidad de que los BRICS reemplacen al dólar estadounidense en el comercio internacional o en cualquier otro lugar", afirmó. Esta declaración llega en un momento en que China, Rusia y sus aliados intensifican sus esfuerzos por limitar su dependencia del billete verde, especialmente a través de intercambios en monedas locales y el establecimiento de infraestructuras financieras alternativas. Detrás de esta salida del presidente estadounidense, se plantea una pregunta: ¿es el dólar realmente intocable, o estamos presenciando los inicios de un nuevo orden monetario?