Las criptomonedas llamadas "meme" nunca prometieron la luna, pero lograron, por un tiempo, hacernos creer en ello. Hoy, Dogecoin y Shiba Inu tropiezan, agotados por su propia locura especulativa. Y mientras las bromas envejecen, los gráficos, en cambio, ya no ríen. Ha llegado el momento de preguntarse: ¿está el mercado pasando página sobre estas criptomonedas? ¿O se trata de un simple bache en un ciclo cada vez más difícil de seguir?