La fin de la interminable procedimiento que oponía a la SEC con Ripple no sorprendió a nadie, ya que los inversores ya anticipaban esta retirada bajo el efecto de un giro pro-cripto impulsado por la administración Trump. Si el anuncio marcó el cierre de uno de los casos judiciales más emblemáticos del sector, los mercados, por su parte, ya habían integrado este desenlace mucho antes de su oficialización.