Trump, consagrado presidente de la minería mental, sueña con un imperio bitcoin mientras Pekín prepara sus tokens... Una cripto-cruzada para seguir entre tuits, stablecoins y yuan digital bajo vigilancia.
Trump, consagrado presidente de la minería mental, sueña con un imperio bitcoin mientras Pekín prepara sus tokens... Una cripto-cruzada para seguir entre tuits, stablecoins y yuan digital bajo vigilancia.
Trump estrecha la mano de Xi, los traders cripto se ponen nerviosos. Acuerdo histórico, desconfianza sistemática: la tregua arancelaria divierte a la Bolsa, pero Bitcoin sigue de capa caída.
Se perfila un giro estratégico entre Washington y Pekín. En la víspera de una cumbre entre Donald Trump y Xi Jinping, las dos potencias anuncian un acuerdo preliminar para desactivar una guerra comercial con repercusiones mundiales. Esta señal de apaciguamiento, inesperada pero calculada, resuena incluso en los mercados financieros y en el ecosistema cripto, históricamente reactivos a las tensiones geopolíticas. En un contexto donde los aranceles y las restricciones tecnológicas alimentaban la incertidumbre, esta apertura reaviva la esperanza de una normalización duradera del intercambio sino-estadounidense.
En la escalada sino-estadounidense, una palanca discreta toma una dimensión explosiva: las tierras raras. Indispensables en las tecnologías avanzadas, estos materiales se convierten en el arma silenciosa de un duelo estratégico donde se mezclan soberanía industrial y enfrentamiento monetario.
Mientras el mercado de criptomonedas atravesaba un período de marcada inestabilidad, una declaración de Donald Trump fue suficiente para revertir la tendencia. Al anunciar un encuentro con el presidente chino Xi Jinping el 31 de octubre, durante la cumbre de la APEC en Seúl, el presidente estadounidense provocó un rebote inmediato de las principales criptomonedas. En un clima tenso entre Estados Unidos y China, este anuncio fue percibido como un signo de distensión, avivando brevemente el optimismo de los inversores.
El oro entra en la era 24/7. Impulsados por el rally récord del metal amarillo, los tokens respaldados en oro acaban de superar los 1.000 millones de dólares en volumen diario. Este hito consagra el oro tokenizado como una herramienta de trading y cobertura, más ágil que los ETF tradicionales.
Donald Trump declaró que Estados Unidos está en guerra comercial con China. Esta frase, pronunciada en Washington, marca una intensificación de las tensiones económicas. A raíz de ello, los mercados vacilaron. El bitcoin, particularmente sensible a los sacudimientos geopolíticos, se desplomó. Esta declaración ocurre mientras la administración apunta a las importaciones tecnológicas chinas, amenazando directamente la industria de la minería. La ofensiva comercial estadounidense toma ahora un giro estratégico con repercusiones inmediatas en el ecosistema crypto.
Bitcoin se desploma, Trump amenaza, Pekín contraataca, y las criptomonedas sufren: mientras tanto, Dogecoin aún busca una salida de la crisis. ¿Hay que reír o comprar?
Este viernes, Donald Trump anunció aranceles del 100 % sobre todos los productos chinos, en respuesta a una ofensiva comercial de Pekín. La reacción no se hizo esperar, ya que el bitcoin cayó por debajo de los 110 000 dólares, desplomándose hasta los 102 000 dólares en Binance, su peor desempeño desde finales de junio. El mercado cripto se tiñó de rojo en un pánico generalizado.
Frente a un sistema financiero mundial dominado por Washington, los BRICS aceleran la implementación de una red de pago alternativa: el BRICS Pay. Este proyecto, respaldado por un bloque ampliado a diez países, busca reducir la dependencia de SWIFT y las sanciones estadounidenses. Más que una simple iniciativa técnica, es una apuesta estratégica para remodelar el orden monetario mundial y afirmar una soberanía financiera en un mundo convertido en multipolar.
China anuncia que renuncia a una parte de sus privilegios en la OMC. Este gesto, calificado como «mayor» por la directora general de la organización, Ngozi Okonjo-Iweala, reorganiza las cartas del comercio mundial. Formulada por Li Qiang en persona, esta decisión marca un giro estratégico para las autoridades de Pekín, largamente acusadas de beneficiarse indebidamente de las reglas multilaterales.
Prometido para 2026, el euro digital ya causa revuelo: Lagarde ve soberanía, Navarrete un gadget inútil, y los bancos temen una corrida bancaria digital.
Que fera la Chine si les États-Unis se mettent véritablement à vendre de l’or pour embrasser le bitcoin ?
La batalla tecnológica entre Pekín y Washington alcanza un nuevo nivel. Según el Financial Times, China ha ordenado a sus gigantes digitales, incluidos Alibaba y ByteDance, suspender inmediatamente sus compras y pruebas de los últimos chips de inteligencia artificial de Nvidia, los RTX Pro 6000 D. Esta decisión ilustra el aumento de tensiones alrededor de los semiconductores, ahora en el centro de la rivalidad geopolítica y económica entre las dos superpotencias.
La internacionalización de la moneda china ya no es un sueño. El crecimiento de los pagos internacionales en yuanes es vertiginoso. Bitcoin al acecho.
Mientras la guerra en Ucrania entra en una fase crítica, Donald Trump arroja una piedra en el estanque diplomático. El presidente estadounidense afirmó que no se tomarán nuevas sanciones contra Moscú mientras los países de la OTAN continúen comprando petróleo ruso. Esta declaración desnuda las fracturas persistentes dentro de la Alianza y reabre la cuestión de su coherencia estratégica frente a Rusia.
El sector de las criptomonedas no deja de sorprender. Tether, ya conocido por su stablecoin USDT, acaba de anunciar el lanzamiento de un nuevo actor: el USAT. Este stablecoin respaldado en el dólar se distingue por una ambición clara: estar conforme con la nueva legislación estadounidense mientras consolida la influencia del billete verde en la era digital. Pero la verdadera sorpresa viene de su liderazgo: Bo Hines, exconsejero cripto de la Casa Blanca, asume la cabeza de este proyecto estratégico.
Mientras Occidente defiende la supremacía del dólar y del euro, Moscú y Pekín aceleran su divorcio de estas divisas. Vladimir Putin confirmó que los intercambios ruso-chinos se hacen ahora casi exclusivamente en rublo y yuan. Este cambio, sostenido por un espectacular aumento del comercio bilateral y una estrategia asumida, podría marcar un paso decisivo hacia un orden financiero multipolar.
Mientras que las criptomonedas se imponen en la agenda política y financiera mundial, algunas declaraciones resuenan con una intensidad particular. En Hong Kong, durante la Bitcoin Asia Conference, Eric Trump afirmó que el bitcoin alcanzaría un millón de dólares. Mucho más que un efecto de anuncio, esta predicción traduce una visión estratégica: la de un mercado en plena mutación, dividido entre regulación, adopción institucional y ambiciones geopolíticas, donde Asia juega ahora un papel central.
Al tratar de aislar a sus rivales, Donald Trump podría obtener el efecto contrario. Bajo la presión de sus sanciones comerciales, los países del bloque de los BRICS, largamente divididos, inician un acercamiento estratégico sin precedentes. A medida que las tensiones aumentan, China, India, Rusia y sus socios parecen más inclinados que nunca a cooperar en los ámbitos económico y diplomático.
Desconocida para el gran público pero omnipresente entre bambalinas del poder, Palantir trabaja con gobiernos y multinacionales explotando los datos. Valorizada en más de 400 mil millones de dólares tras un aumento del 2000 % desde 2023, representa tanto la oportunidad de inversión de una generación como la próxima burbuja especulativa lista para estallar.
El frágil equilibrio entre la inteligencia artificial y las criptomonedas está a punto de ser alterado. DeepSeek, la joya china de la IA, se dispone a lanzar un chip completamente desarrollado y fabricado en China. Este anuncio, en apariencia puramente tecnológico, podría desencadenar un verdadero terremoto en los mercados estadounidenses... y las criptomonedas no saldrían indemnes.
Ambani, antaño mimado por Trump, ahora se encuentra resentido por el petróleo ruso. Cuando la economía india provoca al Tío Sam, huele a petróleo caliente y diplomacia frita.
Face à une vague d’échéances critiques sur 4 000 milliards $ de dettes, Pékin a dégainé une réponse monétaire d’ampleur inédite. En août, la Banque populaire de Chine a injecté 1 400 milliards $ pour éviter l’asphyxie de son marché obligataire. Plus qu’une mesure d’urgence, cette intervention marque un tournant stratégique dans la gestion des flux financiers chinois. Dans un contexte de tensions globales, ce geste technique en dit long sur la volonté de Pékin de garder la main sur son cycle économique.
Estados Unidos prolonga 90 días la tregua arancelaria acordada con China. El presidente estadounidense firmó, el 11 de agosto, un decreto que fija la nueva fecha límite para el 10 de noviembre. Se mantienen los aranceles vigentes. Esta medida evita un aumento automático de los derechos de aduana y deja un plazo adicional para continuar las negociaciones.
Mientras la guerra comercial se intensifica, Pekín y Moscú muestran su determinación. En julio, sus intercambios aumentaron a 19,14 mil millones de dólares, un récord anual que contrasta con la morosidad del primer semestre. Este rebote ocurre mientras Donald Trump amenaza a China con nuevos aranceles, tras haber sancionado a India por sus compras de petróleo ruso.
En Shanghai, China ha presentado una propuesta importante: crear una organización mundial dedicada a la gobernanza de la inteligencia artificial. En un discurso con tintes geopolíticos, Pekín denuncia una regulación internacional "fragmentada" y pretende posicionarse como una alternativa estratégica a Estados Unidos. Apostando por la apertura y el diálogo con los países del Sur, esta iniciativa marca un paso en la ambición china de dar forma a la innovación tecnológica, pero también a las normas que regularán su uso a escala global.
El caos mundial actual no es fruto del azar. Según una teoría desarrollada por los historiadores Neil Howe y William Strauss, estamos entrando en un ciclo destructivo que redibuja las sociedades cada 80 a 100 años. Esta transformación importante podría alterar la economía mundial, los mercados financieros y redefinir el orden geopolítico tal como lo conocemos.
Río se prepara para acoger una cumbre de los BRICS bajo alta tensión, marcada por dos ausencias históricas: Xi Jinping y Vladimir Putin. El presidente chino se retira por primera vez desde 2013, mientras que su homólogo ruso se queda en el Kremlin, señalado por una orden de arresto de la CPI. En un momento en que el bloque quiere afirmarse frente al dólar y reforzar su influencia, estas ausencias debilitan la unidad del grupo y generan dudas sobre su trayectoria geopolítica.
¿Puede el dólar perder su supremacía mundial? Lo que ayer era mera especulación hoy toma un giro diplomático concreto. A medida que se acerca la cumbre de los BRICS en Río, las grandes economías emergentes colocan las transacciones en monedas locales en el centro de su estrategia. Este giro se inserta en un contexto de crecientes tensiones geopolíticas y de reivindicaciones del Sur global por un sistema financiero más equilibrado. Detrás de esta dinámica se perfila una posible redefinición de las reglas del comercio mundial.