Los BRICS inician una nueva era económica con una expansión histórica prevista para enero de 2025. Este grupo, que reúne algunas de las economías emergentes más grandes, está a punto de dar la bienvenida a nueve nuevos socios, lo que constituye un paso decisivo en su búsqueda de fortalecimiento en la escena internacional. Un movimiento de este tipo se produce en un momento en que las rivalidades geopolíticas se intensifican y las alianzas tradicionales son cuestionadas. Gracias a la extensión de su alcance geográfico y estratégico, los BRICS ambicionan consolidar su influencia, pero también proponer una alternativa creíble a los modelos económicos dominados por Occidente. Este giro refleja una reorganización de los poderes económicos globales, con el fin de responder a las crecientes expectativas de un sistema más equilibrado y multipolar.