¿Y si la promesa de inclusión financiera ocultara un riesgo sistémico mayor? Aclamadas en países en crisis, las stablecoins se han convertido en la herramienta preferida de millones de ciudadanos para escapar de la hiperinflación. Sin embargo, detrás de esta adopción masiva, crece una preocupación: al canalizar el ahorro hacia el dólar digital, estos activos podrían debilitar las economías más vulnerables. A medida que su uso se dispara, surge un dilema: ¿son las stablecoins un baluarte para los pueblos o una amenaza silenciosa para los Estados?