El oro ya no es solo un valor refugio. Se ha convertido en un instrumento de poder económico. En 2024, los BRICS han acumulado masivamente el metal precioso, anticipándose a un endurecimiento de las políticas comerciales estadounidenses. Una apuesta que resulta rentable, ya que las nuevas tarifas arancelarias anunciadas por Donald Trump han desatado un aumento histórico en el precio del oro. A medida que la guerra comercial se intensifica, el metal amarillo se impone como el arma monetaria de las potencias emergentes frente a la dominación del dólar.