¡Después de Estados Unidos y Brasil, le toca a Rusia considerar la integración del bitcoin en sus reservas de divisas!
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El régimen sirio de Bashar al-Assad está a punto de colapsar después de 13 años de guerra civil, ¡y eso cambia absolutamente todo!
Si bien el oro siempre tiene fervientes defensores, la teoría de juegos ya no está a su favor frente a la aparición del Bitcoin como reserva de valor.
La economía rusa atraviesa un período marcado por fuertes tensiones, una inflación persistente y desafíos económicos relacionados con la guerra en Ucrania. En este contexto, el Banco Central de Rusia (BCR) considera una decisión que podría remodelar el panorama económico nacional: un nuevo aumento de su tasa de interés, que ya se ha elevado al 21 %, un nivel sin precedentes en dos décadas. Esta medida tiene como objetivo frenar el aumento de los precios al consumo, estimado en el 8,5 %, que es el doble de la meta oficial.
El presidente ruso finalmente pronunció la palabra "Bitcoin" en el Foro Económico de Moscú. Un día para marcar con una piedra blanca.
A medida que la guerra en Ucrania se prolonga, las consecuencias económicas para Rusia comienzan a sentirse de manera más aguda. Inicialmente reconocida por su resiliencia ante uno de los regímenes de sanciones más severos de la historia moderna, la economía rusa muestra hoy signos evidentes de agotamiento. La inflación va acompañada de un aumento vertiginoso de las tasas de interés. Paralelamente, la fragilidad del rublo, en constante caída frente al yuan, refleja una creciente dependencia de China, principal socio comercial de Moscú.
Las dinámicas económicas mundiales están evolucionando, y la hegemonía del dólar estadounidense parece tambalearse. Dos miembros influyentes de la alianza BRICS, Rusia e Irán, acaban de anunciar un cambio significativo: el abandono total del dólar para sus intercambios comerciales. Mientras que esta decisión refleja un deseo de soberanía económica frente a las presiones externas, también podría abrir la puerta a una profunda transformación de los equilibrios financieros internacionales.
El presidente ruso Vladimir Putin ha firmado recientemente una importante ley sobre las criptomonedas, marcando un paso significativo en la regulación de los activos digitales en Rusia. Esta nueva legislación reconoce oficialmente las criptomonedas como bienes y autoriza su uso en los pagos comerciales en el extranjero.
La economía rusa atraviesa una tormenta sin precedentes. Mientras el resto del mundo observa fluctuaciones controladas, Rusia se ve golpeada por una inflación exponencial, reflejo de un modelo económico completamente orientado hacia la guerra. Los precios se disparan, el mercado laboral se contrae y las tensiones sociales se intensifican. Esta situación, lejos de ser inofensiva, plantea interrogantes sobre el futuro económico del país.
¡El mercado de criptomonedas en Rusia alcanzará los 10 billones de rublos para 2026! Aquí está el elemento que lo cambiará todo.
Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 resultaron en una victoria aplastante para Donald Trump, quien esta vez gana el voto popular y mejora su puntuación de 2020. ¡Los republicanos recuperan el control del Senado y de la Cámara de Representantes!
Pekín tiene motivos para preocuparse: los miles de millones en dólares amenazan con evaporarse si el Tío Sam cambia de tono.
El gobierno ruso ha puesto un pie en la industria del bitcoin. Este apoyo probablemente no es ajeno a la ambición de crear un sistema monetario internacional más justo.
Los BRICS acaban de concluir su cumbre en Kazán, en un contexto geopolítico explosivo. Entre la guerra en Ucrania, el conflicto en Oriente Medio y las elecciones estadounidenses, los BRICS se imponen cada vez más como una alternativa a América.
La magnitud de la multa impuesta a Google por Rusia deja al mundo sin palabras. Por primera vez, una sanción con 36 ceros cae sobre un gigante tecnológico, desafiando toda medida económica conocida. Esta suma absurda, que supera con creces el PIB mundial, constituye un hito inédito en la guerra de la soberanía digital. Rusia, mediante esta penalización sin precedentes, denuncia la supresión de cuentas y canales de medios rusos por parte de Google en su plataforma YouTube, una acción que considera como un ataque directo a su soberanía mediática.
En Rusia, ya no se bromea: Putin ataca la minería de criptomonedas con reglas estrictas. Se acabó la tranquilidad.
Mientras el G7 considera recurrir a los activos rusos congelados para apoyar un préstamo masivo a Ucrania, el Kremlin no oculta su preocupación. A través de las advertencias de sus altos funcionarios, Rusia advierte sobre las consecuencias que podrían debilitar la supremacía del dólar y redefinir los equilibrios monetarios internacionales.
En un contexto global ya tenso, Rusia acaba de pegar un fuerte golpe con un anuncio que no dejará de provocar reacciones. Este viernes, el Banco Central de Rusia elevó su tasa de interés al 21%, un nivel histórico que no se había alcanzado desde 2003. Detrás de esta drástica decisión se esconde un intento de contrarrestar una importante inflación, alimentada por gastos militares sin precedentes y una economía en plena transformación debido a las sanciones internacionales. Para Moscú, el momento es de lucha contra la espiral inflacionaria, mientras que las empresas y el mercado ruso temen las repercusiones de esta política monetaria.
La escena geopolítica mundial está en plena mutación, y los BRICS, este grupo de potencias emergentes, se encuentra en el centro de esta reorganización. A medida que las tensiones económicas y políticas con Occidente se intensifican, más de treinta naciones han expresado su deseo de unirse a esta alianza durante la cumbre anual que se celebra actualmente en Kazán del 22 al 24 de octubre de 2024. Frente a la hegemonía occidental, los BRICS buscan redibujar el equilibrio de fuerzas y liberarse de la dominación del dólar en los intercambios internacionales.
Rusia, aunque resiliente ante las sanciones occidentales, parece estar en una pendiente descendente. Sostenida por una floreciente economía de guerra en 2024, el país podría ver sus esfuerzos desmoronarse ya el año siguiente. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé de hecho una severa desaceleración en 2025, mientras la máquina rusa,…
Israël está hoy gobernado por fanáticos milenaristas de extrema derecha. En resumen, son fascistas.
Este asunto no es más que una pieza del vasto rompecabezas de las sanciones económicas contra Rusia, pero ilustra la dificultad de rastrear y confiscar activos adquiridos mediante complejas estructuras financieras. A medida que la justicia francesa intensifica sus esfuerzos, la presión internacional por una mayor transparencia financiera se intensifica. Los próximos pasos de esta investigación, y los que vendrán, podrían redefinir las herramientas en la lucha contra el crimen financiero transnacional. Así, las implicaciones para los oligarcas rusos y sus redes en Europa son inmensas, y este tipo de acciones podría inspirar a otras jurisdicciones a actuar.
La próxima cumbre de los BRICS, que se llevará a cabo en Kazán, Rusia, del 22 al 24 de octubre, aparece como una etapa clave en la recomposición internacional en curso. Al reunir en la misma mesa a varias potencias en auge y socios estratégicos, esta cumbre aspira a fortalecer la influencia del bloque en cuestiones económicas, políticas y diplomáticas globales. La presencia de Antonio Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, en el centro de estas discusiones es un fuerte signo de reconocimiento de la creciente importancia de los BRICS. Más que un simple desplazamiento diplomático, su participación traduce una voluntad de apertura e integración de este grupo en la gobernanza mundial.
La economía rusa se está volviendo cada vez más hacia China, especialmente a través de la adopción masiva del yuan para sus intercambios comerciales internacionales. Esta importante dependencia de la moneda china, una consecuencia directa de la exclusión de Rusia del sistema financiero mundial, intriga aún más a Pekín, que busca fortalecer su influencia global y evitar represalias occidentales.
El mundo está en plena recomposición geopolítica. Mientras las tensiones entre las grandes potencias dan forma a las relaciones internacionales, las alianzas económicas evolucionan a una velocidad sin precedentes. En el corazón de este nuevo orden mundial, el BRICS, bloque de grandes economías emergentes, se afirma como un actor clave capaz de remodelar los equilibrios globales. Este grupo, que anteriormente estaba reservado a cinco miembros, se ha abierto recientemente a nuevos candidatos, añadiendo a sus filas a gigantes como Irán o Arabia Saudita. Es en este contexto que Turquía, bajo el impulso de su presidente Recep Tayyip Erdoğan, busca unirse a esta alianza influyente. Una decisión estratégica que llega en un momento en que las perspectivas de adhesión a la Unión Europea se alejan, empujando a Ankara a diversificar sus asociaciones económicas y geopolíticas. Sin embargo, esta candidatura no cuenta con el apoyo unánime: el BRICS, que aún se encuentra en fase de consolidación tras su última expansión, podría tomarse su tiempo antes de tomar nuevas decisiones. Y esto, a pesar del creciente interés de una veintena de naciones por unirse al grupo.
Mientras el Medio Oriente se incendia, el Bitcoin tambalea. El oro, en cambio, brilla como un Napoleón encontrado bajo un colchón.
En plena época de volatilidad económica mundial, Arabia Saudita ha tomado una decisión que podría redefinir los equilibrios energéticos y geopolíticos. Mientras que el precio del barril de petróleo alcanzaba los 100 dólares, Riad ha decidido aumentar considerablemente su producción de petróleo, una maniobra que busca hacer bajar los precios del crudo en los mercados internacionales.
En un mundo cada vez más polarizado, las alianzas geopolíticas desempeñan un papel fundamental en la redefinición de los equilibrios de poder. Corea del Norte, tradicionalmente aislada en la escena internacional, parece intensificar sus esfuerzos por alinearse con bloques económicos como los BRICS, en un contexto de crecientes lazos con Rusia. Esta estrategia podría tener grandes implicaciones, no solo para la diplomacia de Pyongyang, sino también para la geopolítica mundial. La notable ausencia de Corea del Norte en la Asamblea General de las Naciones Unidas en favor de un evento de los BRICS en San Petersburgo es una señal premonitoria.
A pesar de las crecientes sanciones económicas, Rusia continúa encontrando formas creativas de eludir las prohibiciones occidentales. Según el informe de CERA, la Federación rusa ha vendido casi 2 mil millones de dólares en petróleo a países occidentales a través de intermediarios. Esta cifra muestra la ingeniocidad con la que el Kremlin mantiene su economía a flote a pesar de las restricciones.
¡Las compras masivas de oro por parte de Rusia impulsan el rendimiento de este metal precioso, superando el CAC 40 de la bolsa de París!