La inteligencia artificial ya no es una opción para los líderes, se ha convertido en una extensión de su cerebro ejecutivo. Mientras que muchos empleados temen que la IA elimine sus puestos, los CEOs la emplean como una palanca estratégica para mantenerse competitivos. Satya Nadella, jefe de Microsoft, reveló recientemente los cinco prompts GPT-5 que inserta diariamente en Copilot para dinamizar su trabajo. Una prueba concreta de que, incluso en la cima, la IA no es un gadget sino una herramienta de supervivencia profesional.