La Fed cambia de página en la regulación de las criptomonedas. Al anular dos directrices importantes impuestas a los bancos desde 2022 y 2023, la institución estadounidense está redefiniendo la supervisión de las criptomonedas. Su nueva política, encarnada en la carta SR 25-4, abandona la exigencia de informes previos en favor de una gestión autónoma de riesgos. Se trata de un reposicionamiento discreto, pero estratégico, en un contexto donde la presión regulatoria se intensifica y las líneas de fractura entre la innovación financiera y el control institucional se vuelven cada vez más visibles.