Powell corta tímidamente, Trump grita más fuerte que nunca, y la cripto se regocija. En Washington, la FED baja sus armas, mientras Bitcoin y los stablecoins revisan su coreografía.
Powell corta tímidamente, Trump grita más fuerte que nunca, y la cripto se regocija. En Washington, la FED baja sus armas, mientras Bitcoin y los stablecoins revisan su coreografía.
El presidente Donald Trump ha renovado sus esfuerzos para destituir a la Gobernadora de la Reserva Federal Lisa Cook apenas días antes de que se espere que el banco central realice su primera reducción de tasa en casi un año. El caso se ha convertido en una batalla legal controvertida que ahora se superpone con una de las decisiones políticas más significativas en la economía estadounidense. A medida que la administración continúa con su apelación, nuevas pruebas se vislumbran para erosionar sus alegatos y aumentar sus apuestas políticas y financieras.
El pulso entre Donald Trump y la Reserva Federal estadounidense alcanza un nivel sin precedentes. El 9 de septiembre, la justicia federal suspendió el despido de Lisa Cook, gobernadora de la Fed, decidido por el presidente estadounidense. Una decisión rara, que subraya el gran reto de este conflicto: la independencia del banco central frente a las presiones políticas. De cara a una reunión estratégica sobre las tasas, este freno judicial reaviva el debate sobre los límites del poder ejecutivo en la conducción de la política monetaria.
La Junta de la Reserva Federal enfrenta una nueva conmoción mientras Adriana D. Kugler renuncia durante un período crítico de tensión política. Su salida se produce cuando el ex presidente Donald Trump intensifica los esfuerzos por influir en las operaciones del banco central.
El pulso entre Donald Trump y la Reserva Federal se intensifica. El presidente acusa a la institución de sabotear la recuperación económica al negarse a bajar rápidamente los tipos de interés. A las puertas de una reunión decisiva y en un contexto de tensiones comerciales crecientes, la Fed está en el punto de mira. En un entorno cada vez más politizado, la independencia del banco central se ve amenazada mientras los mercados observan con atención sus movimientos, en un momento en que la trayectoria económica de Estados Unidos sigue siendo incierta.
Cuando Trump insulta, Waller anticipa, Powell toma su tiempo y la economía patina: ¿quién ganará este extraño baile de tasas orquestado entre inflación, desempleo y guerra de nervios monetaria?
La Fed cambia de página en la regulación de las criptomonedas. Al anular dos directrices importantes impuestas a los bancos desde 2022 y 2023, la institución estadounidense está redefiniendo la supervisión de las criptomonedas. Su nueva política, encarnada en la carta SR 25-4, abandona la exigencia de informes previos en favor de una gestión autónoma de riesgos. Se trata de un reposicionamiento discreto, pero estratégico, en un contexto donde la presión regulatoria se intensifica y las líneas de fractura entre la innovación financiera y el control institucional se vuelven cada vez más visibles.
Las palabras de Jerome Powell rara vez han resonado con tanta fuerza. Ante una economía debilitada y tensiones comerciales reavivadas, el presidente de la Fed alerta: los nuevos aranceles podrían precipitar a Estados Unidos en una zona de turbulencias. Crecimiento bajo presión, inflación al acecho, incertidumbres políticas: la Reserva Federal debe ahora enfrentarse a variables cada vez más contradictorias, con el riesgo de perder el control sobre el equilibrio económico del país.
Frente a la turbulencia de los mercados financieros amplificada por las políticas comerciales de Donald Trump, Susan Collins, presidenta de la FED de Boston, anuncia que la Reserva Federal se prepara para intervenir. Entre las opciones consideradas para estabilizar los mercados, una reducción de las tasas de interés podría volverse inevitable si la situación empeora.
Powell, guardián del umbral, esculpe el instante. Tasas congeladas, esperanzas difusas. La economía vacila, suspendida entre el fuego de la inflación y el hielo de la desaceleración. Los mercados tiembla.
Mientras la Fed duda entre la prudencia y la acción, la inflación galopa y la cripto tambalea, lista para una semana de montañas rusas financieras.
El impacto de los últimos datos de la inflación estadounidense se sintió de inmediato en el mercado de criptomonedas este miércoles 12 de febrero de 2025. El Bitcoin cayó por debajo de los 95,000 dólares tras el anuncio de una inflación superior a las expectativas, mientras Donald Trump continúa presionando por una reducción de las tasas de interés.
El pulso entre la industria cripto y los reguladores bancarios estadounidenses toma un giro decisivo. Desde hace varios años, las empresas del sector denuncian restricciones que limitan su acceso a los servicios bancarios tradicionales. Este fenómeno de "debanking", percibido como un obstáculo injustificado, frena su desarrollo y alimenta un clima de incertidumbre. Ante esta situación, Coinbase salta a la palestra. En una carta dirigida a la Reserva Federal (Fed), a la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) y a la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), la plataforma exige el levantamiento de los obstáculos que impiden a los bancos colaborar con los actores cripto. Coinbase solicita la anulación de una directiva de la OCC, ya que la plataforma considera que impone un proceso de aprobación excesivo para las nuevas actividades bancarias relacionadas con las criptomonedas. La empresa juzga que este enfoque es contrario a la ley y llama a los reguladores a reconocer oficialmente el derecho de los bancos a ofrecer servicios de custodia y ejecución de criptomonedas. Esta ofensiva se produce mientras el debate adquiere una dimensión política. Bajo la presión de parlamentarios republicanos, el Congreso organiza esta semana dos audiencias clave, en el Senado y en la Cámara de Representantes, para examinar estas prácticas controvertidas. El resultado de estas discusiones podría redefinir el marco regulatorio de la industria cripto en los Estados Unidos.
El Bitcoin (BTC) comenzó la última semana de enero con una caída significativa por debajo de los 100,000 $, alcanzando su nivel más bajo en 10 días. Aunque la reina de las criptomonedas se recuperó ligeramente a 100,000 $, los inversores navegan en un contexto de creciente tensión. ¡Entre la volatilidad de los mercados financieros y las incertidumbres de la Reserva Federal… Aquí hay 5 cosas que saber sobre el Bitcoin esta semana!
La Reserva Federal estadounidense (FED) podría ralentizar su ciclo de recortes de tasas de interés en 2025, según las recientes declaraciones de sus funcionarios. Un anuncio que ha sembrado el pánico en Wall Street, donde los índices bursátiles cayeron fuertemente el viernes, sacudidos por datos económicos sólidos. ¡Fortaleciendo así la idea de que la FED podría frenar sus alivios monetarios antes de lo previsto!
Bajo los 92,000 $, Bitcoin titubea, y el índice de Miedo y Avaricia, como un barómetro nervioso, se desliza de la euforia a la apatía.
La Reserva Federal de EE. UU. está dividida sobre las posibles consecuencias inflacionarias de los aumentos de aranceles prometidos por Donald Trump. Mientras que algunos funcionarios minimizan los riesgos, otros temen un resurgimiento de la inflación en un contexto económico ya tenso.
El año 2025 podría empezar con gran pompa para el bitcoin, gracias a una inyección masiva de liquidez de la FED, que podría impulsar el BTC hacia un nuevo ATH en marzo de 2025.
Entre la euforia trumpiana y la fría mecánica de la Fed, el bitcoin oscila, rey frágil de un reino de incertidumbres.
Un analista financiero de renombre, Dr. Jim Willie, ha lanzado recientemente una advertencia sobre una crisis masiva de deuda que podría afectar a la economía estadounidense en 2025. Según él, Estados Unidos se dirige hacia un punto crítico con 7 billones de dólares de deuda que están a punto de vencerse, lo que podría desencadenar una crisis económica importante.
El panorama económico mundial se encuentra en una fase crítica. Cada decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) se convierte en una señal clave, observada de cerca por los inversores y analistas financieros. En este contexto, el anuncio inminente de una nueva reducción de tasas de interés provoca un gran interés. Mientras que la inflación, antes galopante, inicia un regreso a niveles más controlados, la Fed considera reducir una vez más su tasa de interés, esta vez a un rango del 4,25 % al 4,5 %. Esta medida, que se integra en una estrategia de estabilización económica, no deja indiferente a ningún mercado. Para las criptomonedas, este anuncio alimenta tanto la esperanza de un entorno monetario más favorable como el temor a una inestabilidad creciente. Mientras que bitcoin y Ethereum ya muestran caídas significativas, los inversores se cuestionan sobre las perspectivas futuras.
Bajo el abeto de la economía mundial, Bitcoin brilla. Pero detrás del oro digital, la sombra de una tormenta se dibuja lentamente.
Entre susurros de inflación y esperanzas de crecimiento, la Fed redefine sus horizontes. Powell, con cautela en mano, desafía una tormenta económica naciente.
Los datos recientes sobre el empleo en los Estados Unidos sugieren una probable reducción de las tasas de interés en diciembre, según Grayscale. Esta perspectiva podría influir en los mercados financieros, especialmente en el bitcoin, que podría beneficiarse de esta política monetaria más acomodaticia. Esto es lo que revelan las cifras.
Los inversores refuerzan sus apuestas por una bajada de las tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU. en diciembre, según la herramienta CME FedWatch. La probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos se disparó al 74,5%, frente al 66% de la semana pasada.
En un contexto de mercados financieros en efervescencia, donde cada evento macroeconómico puede redefinir el equilibrio, la semana que se abre se presenta como crucial para las criptomonedas. La atención de los inversores se centra en indicadores clave como el índice de precios PCE, las actas de la Reserva Federal de Estados Unidos (FOMC) y la revisión del PIB estadounidense. Al mismo tiempo, la inminente expiración de más de 10 mil millones de dólares en opciones de Bitcoin y Ethereum promete añadir a la volatilidad reinante. Estas dinámicas, que combinan incertidumbre económica y cuestiones criptográficas, podrían moldear de manera duradera el panorama financiero.
¡La gran marea de las «ballenas» suspendida! Los gigantes de Bitcoin están en espera, vigilando el mercado como un gato acechando a un ratón.
Mientras los gobiernos buscan mantener el control sobre sus finanzas y hacer frente a déficits presupuestarios cada vez más grandes, un nuevo enemigo parece surgir en su camino: el Bitcoin. La criptomoneda, con su oferta limitada y su naturaleza descentralizada, está perturbando los modelos económicos tradicionales y obliga a algunos actores a considerar medidas drásticas. Es en este contexto que la Reserva Federal de Minneapolis ha publicado recientemente un informe explosivo que sugiere que, para mantener déficits permanentes, los gobiernos deberían bien gravar o simplemente prohibir el Bitcoin. Tal declaración impactante se produce en un momento en que Estados Unidos lucha por contener su deuda nacional, que alcanza niveles récord, y la regulación de las criptomonedas se convierte en un tema sensible.
¡Debate acalorado en la FED! La inflación y las bajadas de tipos dividen a los expertos financieros que ya no se entienden.
El Bitcoin experimenta una caída significativa, reavivando las preocupaciones de los inversores. Después de rozar los 66,000 dólares la semana pasada, su precio ha bajado a 62,501 dólares este martes, lo que representa una disminución del 5.3%.