El pulso entre Donald Trump y la Reserva Federal estadounidense alcanza un nivel sin precedentes. El 9 de septiembre, la justicia federal suspendió el despido de Lisa Cook, gobernadora de la Fed, decidido por el presidente estadounidense. Una decisión rara, que subraya el gran reto de este conflicto: la independencia del banco central frente a las presiones políticas. De cara a una reunión estratégica sobre las tasas, este freno judicial reaviva el debate sobre los límites del poder ejecutivo en la conducción de la política monetaria.