La tensión aumenta en torno al gigantesco proyecto de ley presupuestaria republicano, pilar de la agenda Trump. Es Elon Musk, exconsejero y director de Tesla, quien enciende el debate denunciando una «abominación financiera». Pocos días después de su salida de la administración, su carga pública altera los equilibrios políticos. Mientras el Congreso se prepara para finalizar el texto, esta intervención inesperada resuena como una advertencia importante sobre las desviaciones fiscales que se avecinan.