Mientras los ataques israelíes apuntan a los sitios sensibles iraníes y Teherán responde con misiles sobre Tel Aviv, la escalada militar redefine los equilibrios en Oriente Medio. Sin embargo, hay una ausencia estratégica intrigante: la de los BRICS. Nuevo integrante del bloque, Irán contaba con un respaldo sólido frente a su enemigo jurado. Sin embargo, ni Moscú, ni Pequín, ni Nueva Delhi se comprometen. Este silencio expone los límites de una alianza que Teherán veía como un contrapeso a la hegemonía occidental.