La ciberseguridad ya no es un tema abstracto para los actores de la criptografía. En Coinbase, una reciente filtración de datos personales desencadena un riesgo tangible: el de agresiones físicas. Michael Arrington, fundador de TechCrunch, afirma que esta brecha "conducirá a muertes". En un ecosistema donde el anonimato a menudo es sinónimo de seguridad, este incidente despierta una preocupación latente: que las fallas digitales se desborden en la realidad.