Los mercados odian la imprevisibilidad. Sin embargo, en cuestión de pocos días, sus certidumbres se han derrumbado. La probabilidad de una bajada de tasas por parte de la Fed en diciembre, hasta entonces mayoritaria, ahora es inferior al 50 %. Este cambio brusco de rumbo ha reavivado las tensiones en todas las clases de activos. En el ecosistema cripto, ya sometido a una dura prueba por una fase correctiva, este aumento de la incertidumbre actúa como un catalizador de volatilidad.