La reciente imposición de derechos de aduana masivos por parte de Donald Trump, seguida de una pausa inesperada en ciertos productos chinos, ha sumido a los mercados financieros en la turbulencia. Mientras que algunos ven esto como una estrategia deliberada de reorganización del espacio económico mundial, otros interpretan este giro como una capitulación ante la presión de los mercados y la intransigencia china.