Mientras el dólar hace malabares en un hilo de tuits presidenciales, el euro, por su parte, trota hacia el trono monetario, galvanizado por los errores de su rival estrellado.
Mientras el dólar hace malabares en un hilo de tuits presidenciales, el euro, por su parte, trota hacia el trono monetario, galvanizado por los errores de su rival estrellado.
El aparente calma del mercado cripto podría romperse. En juego: más de 8 mil millones de dólares en opciones de Bitcoin y Ethereum vencen este viernes, uno de los volúmenes más grandes del año. Con cada vencimiento, la volatilidad acecha. Sin embargo, esta vez, las discrepancias entre los precios actuales y los puntos de dolor podrían provocar giros inesperados. En un clima de indecisión macroeconómica, esta expiración masiva podría precipitar un nuevo movimiento de fondo.
La escena cripto podría haber marcado un punto de inflexión histórico. Una asociación entre Nvidia y una red blockchain, un reconocimiento oficial de la cripto por un gigante de los semiconductores. Sin embargo, como es habitual, la esperanza se convirtió en un espejismo. A pocas horas del anuncio, Nvidia retiró su apoyo, dejando el proyecto en la incertidumbre. Un escenario que resume una relación tumultuosa: a pesar de los avances tecnológicos de la blockchain, la empresa californiana se mantiene firme en una posición clara. La cripto sigue siendo persona non grata en su ecosistema.
Al 1,7 % el Livret A ya no inspira sueños. El LEP salva los muebles, mientras los jóvenes huyen hacia cielos más verdes, o más volátiles.
A pesar de un clima de mercado sombrío, Ethereum envía una señal fuerte: se transfirieron 449,000 ETH en un solo día a direcciones de acumulación, un récord absoluto. Este movimiento estratégico, observado en medio de la caída de precios, revela una confianza tenaz entre algunos inversores a largo plazo. A contracorriente del sentimiento general, esta operación plantea interrogantes sobre un posible cambio de ciclo, mientras la volatilidad sigue siendo alta y las incertidumbres económicas continúan pesando sobre todo el sector cripto.
Cuando Donald Trump desafía al mercado de bonos, no se trata solo de un enfrentamiento político: es un choque sistémico. El presidente estadounidense, guiado por una visión económica intervencionista, ha desatado una ola de inestabilidad al alterar los equilibrios de las tasas y de los bonos del Tesoro. Frente a él, un mercado implacable que no tardó en reaccionar. Este tira y afloja, lejos de ser anecdótico, expone las fragilidades de una economía bajo tensión y reaviva el debate sobre la fiabilidad de los activos tradicionales en tiempos de incertidumbre.
XRP, la crypto que estaba dormida, sale de su coma digital con un despertar digno de un terremoto, flirtea con los máximos y hace su aparición en el radar de los traders.
Entre Washington y los BRICS, India desempeña un número de equilibrismo. Oficialmente vinculada al dólar, sin embargo, deja filtrar señales favorables a alternativas monetarias. En un contexto de recomposición geopolítica donde la divisa estadounidense cristaliza las tensiones, la postura ambivalente de Nueva Delhi intriga tanto como inquieta. Entre la lealtad exhibida y las estrategias discretas, India se impone como un actor clave en el tira y afloja monetario mundial.
El mercado de bonos tradicional sigue siendo complejo, opaco y reservado para una élite. Credefi altera estas normas lanzando los NFT Bonds, una solución innovadora que hace accesible, transparente y rentable la inversión en bonos corporativos para todos, gracias a la tokenización de activos reales y al poder de la DeFi.
Cuando la cripto se convierte en una invitación: para cenar con Trump, solo basta poseer su token. El marketing político definitivamente ya no teme al ridículo.
El universo cripto acaba de vivir un giro inesperado. Mientras el bitcoin roza los 94,000 $, Cardano (ADA) logra un avance sin precedentes: su volumen de intercambios supera el mil millones de dólares en 24 horas, impulsando su precio un 11%. Un rendimiento que genera tanto interrogantes como fascinación. Detrás de estas cifras, se esconden mecanismos técnicos, juegos de poder entre compradores y vendedores, y una alquimia propia de los mercados descentralizados. Un análisis a fondo de un rebote que podría redefinir el equilibrio de las criptomonedas.
Mientras los proyectos de Web3 compiten en anuncios, Pi Network sorprende con un notable impulso de su token. En el transcurso de 24 horas, su precio sube un 5%, acompañado de un volumen de intercambio en aumento del 66%. Este resurgimiento de interés coincide con una etapa esperada desde hace mucho tiempo: el lanzamiento de la migración al mainnet. Para un proyecto a menudo considerado enigmático, esta transición a un entorno blockchain completamente operativo redefine las expectativas en torno a su credibilidad y su hoja de ruta.
El bitcoin coquetea con los máximos y hace temblar el mercado. Al superar los 94,000 dólares, la cripto provocó una serie de liquidaciones que alcanzan cientos de millones de dólares, lo que hace tambalear las posiciones bajistas. En un clima lleno de incertidumbres macroeconómicas, este impulso alimenta las especulaciones sobre un ascenso hacia los 100,000 dólares. La euforia de los inversores alcistas se enfrenta a la febrilidad de los vendedores en corto, en un mercado donde cada movimiento parece dictado por el miedo, la tensión... y el instinto.
En abril de 2025, el Fondo Monetario Internacional (FMI) oscureció las perspectivas económicas de los Estados Unidos con una revisión drástica: un crecimiento proyectado del 1,8 %, frente al 2,7 % inicialmente previsto. Este cambio, el más marcado desde la crisis de 2008, no es un simple ajuste técnico. Refleja una confluencia de riesgos: guerras comerciales, inflación persistente, caída del consumo, que amenaza con redibujar el equilibrio económico mundial. Detrás de estos números, un hecho implacable: las decisiones políticas recientes han precipitado una onda de choque cuyas réplicas podrían durar.
Con Trump, estamos viendo la transición de una guerra comercial a una guerra económica total entre Estados Unidos y China.
El bitcoin destrona a Google, se burla de Wall Street sudoroso y salta como un cabrito digital bajo anfetamina mientras el dólar tambalea y las bolsas hacen la siesta fiscal.
Mientras Wall Street se vacía los bolsillos, el bitcoin se enorgullece, coquetea con los máximos y atrae miles de millones: la cripto se convierte en el nuevo refugio de los capitales caprichosos.
Estados Unidos tendrá que renunciar al privilegio exorbitante del dólar si el objetivo realmente es volver a ser una potencia industrial. De buen augurio para el bitcoin.
La IA Grok lanza un nombre de moneda, los estafadores se apoderan de él, CZ cobra 90 millones ficticios, y la cripto redescubre que la inteligencia artificial a veces rima con una estafa muy real.
Un video viral en TikTok afirma que se habría aprobado una ley que prohíbe el dinero en efectivo en Francia. En pocos días, este clip ha reavivado las ansiedades en torno al fin del efectivo y a una sociedad completamente digitalizada. Sin embargo, esta afirmación es falsa, ya que ningún texto legal confirma tal prohibición. Detrás de este relato engañoso, hay un tema muy real que merece atención: el proyecto del euro digital promovido por el BCE, que tiene como objetivo complementar el efectivo y no hacerlo desaparecer.
Ethereum está dando un giro estratégico tan discreto como radical en el universo cripto. Mientras la red se prepara para enfrentar desafíos técnicos colosales, su Fundación redistribuye las cartas del poder. Objetivo: liberar a Vitalik Buterin del yugo operacional para impulsarlo hacia horizontes inexplorados. Una maniobra que podría redefinir el ADN mismo de la blockchain, entre una ambición desmedida y un pragmatismo calculado.
El oro sigue brillando, a 3,400 dólares la onza. Buen augurio para el bitcoin que heredará tarde o temprano esta fortuna.
¿Y si decir "gracias" a una inteligencia artificial costara millones? Sam Altman, CEO de OpenAI, revela que las marcas de cortesía en las solicitudes dirigidas a ChatGPT pesan mucho en los costos operativos. Detrás de esas interacciones humanas anodinas se esconde una tensión inesperada entre la amabilidad y el rendimiento técnico. Esta paradoja plantea preguntas fundamentales sobre el diseño de las IA, sus usos cotidianos y la sostenibilidad económica de un modelo en plena expansión.
Bajo presión durante varios meses, el XRP vuelve a aparecer en los radares del mercado. Con una caída del 40 % desde su máximo de 3,40 dólares, el activo podría comenzar un giro estratégico. Coinbase acaba de obtener el visto bueno de la CFTC para lanzar contratos a futuro de XRP, lo que abre la puerta a una nueva fase de legitimación institucional. En un clima donde cada señal técnica o regulatoria puede cambiarlo todo, este anuncio reaviva la atención sobre esta criptomoneda.
La posible supresión de la deducción fiscal del 10 % sobre las pensiones de jubilación agita el debate público. Anunciada en una nota gubernamental, la medida preocupa tanto como divide. Lo que sólo era una propuesta presupuestaria se impone ahora como un fuerte marcador social y cristaliza las tensiones en torno a la fiscalidad y el tratamiento de los jubilados. En un clima económico bajo presión, esta reforma potencial plantea una pregunta central: ¿hasta dónde puede llegar el Estado sin romper el equilibrio entre generaciones?
Rusia, un miembro influyente del bloque BRICS, acaba de alcanzar un hito monetario histórico: en febrero, más de la mitad de sus importaciones se han pagado en rublos. Este avance estratégico, confirmado por el Banco Central, se enmarca en una ruptura clara con el sistema dominado por el dólar. Mientras las tensiones con Occidente se intensifican, Moscú reorienta sus intercambios hacia socios considerados "amistosos", lo que redefine así los equilibrios financieros globales y acelera su trayectoria hacia una autonomía económica reforzada.
El bitcoin navega actualmente en aguas turbulentas. Por debajo de la barrera simbólica de los 90,000 $, el panorama se tiñe de rojo para los tenedores recientes, mientras que los veteranos de la criptografía mantienen el rumbo. Entre correcciones técnicas y acumulaciones discretas de las instituciones, el mercado dibuja un mapa complejo: el de un equilibrio frágil entre pérdidas latentes y una confianza tenaz. Sumergiéndose en los laberintos de un activo que se niega a ceder al fatalismo, a pesar de las tormentas.
Mientras Trump juega al aduanero de choque, Tesla tambalea, Alphabet resiste y Wall Street se hunde. Los mercados, por su parte, cuentan las bofetadas antes del próximo tweet presidencial.
Mientras las quiebras bancarias de 2023 siguen sacudiendo los mercados, el economista Peter Schiff alimenta los temores de un colapso total del sistema financiero estadounidense. Conocido por su apego al oro, advierte que una recesión de magnitud histórica está en marcha y que todos los bancos están destinados a caer. Así, este diagnóstico radical, lanzado en un contexto ya tenso, reabre el debate sobre la solidez de las instituciones financieras y la viabilidad de las políticas económicas implementadas desde la crisis de 2008.
Con un fondo de techno, Cardano introduce lo social: una Constitución grabada en la blockchain, votos planetarios y un sueño de igualdad firmado por Hoskinson. La revolución suave avanza... descentralizada.