Anunciado como una revolución de la minería móvil, Pi Network ha cautivado a millones de inversores antes de tambalearse bajo el peso de sus propias promesas. Desde el lanzamiento de su mainnet en febrero de 2025, el proyecto ha acumulado reveses: tokens bloqueados, ausencia de cotización en las grandes plataformas y ambigüedad en torno a sus financiamientos. El resultado es una caída de más del 75 % en el precio en tres meses y una comunidad desilusionada. Detrás del entusiasmo inicial, surge la duda sobre la viabilidad real de esta cripto "inclusiva".