La inflación estadounidense de mayo muestra una calma engañosa: +0,1 % en el mes, una cifra por debajo de las previsiones que inmediatamente impulsó los activos de riesgo. Sin embargo, detrás de esta calma se perfilan tensiones más duraderas, alimentadas por el regreso ofensivo de los aumentos tarifarios decididos por la administración Trump. Esta cifra, aparentemente tranquilizadora, oculta una realidad más inestable, donde las señales débiles de un posible resurgir inflacionario generan dudas sobre la solidez del ciclo económico en curso.