En la tumultuosa intersección entre espiritualidad y especulación, una criptomoneda llamada LUCE desafía las convenciones. Mientras el Vaticano llora la desaparición del papa Francisco, este token-meme, inspirado en la mascota del Año Santo 2025, se impone como un paradoja moderna. Entre oraciones y algoritmos, la comunidad cripto se agita, transformando un evento sagrado en un terreno de juego financiero. ¿Cómo un simple dibujo animado pudo desencadenar una frenzy tan profana?